Aprendiendo y enseñando a vivir

M.S.B. / Burgos
-

Burgalesa de 31 años de la Barriada Inmaculada (Gamonal), Azahara Bárcena se fue a Irlanda para vivir un año una experiencia diferente y ya lleva 6. De momento, se ve allí un tiempo más

Azahara Bárcena (i.), con un grupo de amigos en Dublín celebrando el Día del Orgullo. - Foto: A.B.S.M.

"Animo a todas las personas que han estudiado Magisterio a venir a Irlanda; hay muchísimas oportunidades laborales. Yo vine sin tener ni idea de inglés, no era capaz de terminar una frase. Empecé trabajando en una escuela infantil durante dos años; estaba llena de españoles y con muchos/as de ellos/as hice una gran amistad. Recuerdo esta etapa con mucho cariño. Después empecé en colegios. Es muy sencillo encontrar empleo aquí en el mundo de la educación". Eso opina Azahara Bárcena San Martín, educadora burgalesa de la Barriada Inmaculada (Gamonal), que lleva 6 años en Dublín.

"Vine con la intención de quedarme un año y vivir la experiencia, pero el encontrar tantas posibilidades laborales sobre lo que he estudiado me hizo quedarme, así como a mi pareja actual -es italiano y le conocí aquí-. Y de momento los dos queremos seguir progresando laboralmente en Irlanda", afirma.

Azahara (nombre más común en Andalucía, donde vivieron sus padres, que en el norte) tiene 31 años y fue alumna en Infantil y Primaria en el ya clausurado Marceliano Santa María. Siguió en el IES Diego Marín Aguilera y en el Blanca de Castilla, para luego hacer el grado de Educación Social en la Universidad de Burgos, y seguidamente el de Magisterio en Educación Infantil. Inquieta y ávida de conocimientos y de herramientas para cimentar su porvenir, hizo el máster en Psicopedagogía de la Universidad Oberta de Catalunya, donde comenzó el doctorado. Ahora, para mejorar sus condiciones de trabajo en la capital irlandesa, estudia online el grado de Educación Primaria en la Universidad Isabel I de Burgos.

Hizo los grados de Educación Social y de Magisterio en Educación Infantil en la UBU


Y entre medio de tantos libros e ilusiones, esta risueña docente burgalesa ha trabajado temporalmente de canguro, de camarera, de azafata, de dependienta, de monitora en un comedor escolar, operadora de fábrica, educadora social en Nuevo Futuro... Ahora está contratada en un colegio público irlandés como maestra de educación especial con niños/as con trastornos emocionales y de conducta.

Azahara Bárcena, que pasó todos sus veranos infantiles y juveniles en Arroyuelo (Merindades), reside con su pareja en el sur de Dublín en un apartamento muy pequeñito "porque aquí también hay una gran crisis de vivienda", señala. Regresa a Burgos "una vez cada mes y medio o dos meses, por lo que he conseguido encontrar un equilibrio entre mi vida aquí y mi vida en Burgos", de donde echa de menos "a la familia, las amigas, ir a tomar bravas al bar San Pablo un viernes o los sábados de bares por Llanas".

Sobre sus proyectos, dice que desde la covid no hace planes "a largo plazo. De momento, aquí estoy feliz. Me gusta vivir el momento y me encanta mi trabajo, que es una mezcla de mis dos cualificaciones, Educación Social y Magisterio". Pero siempre hay caminos que están ahí, presentes, ilusionantes, esperando su momento: "Sí me gustaría terminar mi doctorado y en unos años trabajar como profesora de universidad en el área de Educación Social. También sigue el deseo de estudiar Psicología".

Esta amante de la música en directo y del cine llegó a Irlanda para vivir un año diferente y lleva ya seis cómodamente instalada, feliz y rodeada de oportunidades para crecer.

POR ENCIMA

Por joven y social que uno sea, aterrizar en otro país y vivir en otra cultura y con otro idioma no suele ser fácil. Pero Azahara se adaptó pronto y bien. "De los irlandeses me gusta mucho su amabilidad y educación. Son bastante respetuosos e intentan ayudarte. Lo que no me gusta es que aquí todo cierra como tarde a las 18:00 horas y en invierno se hace de noche a las 15:30/16:00, por lo que paso mucho más tiempo en casa de lo que lo hacía en Burgos. Y muy a mi pesar, diré que hace muchísimo más frío en Burgos, aunque aquí se ve menos el sol; por eso cuando voy de vacaciones a España disfruto mucho de un cafecito al sol".

Si vives en el extranjero (o conoces a alguien que lo haga) y te apetece contar esa historia, contacta con mserrano@diariodeburgos.es