El sector del taxi en Burgos ha mostrado su "profundo malestar y desacuerdo" con las manifestaciones que en los últimos días se han expresado desde el Ayuntamiento tras el incidente protagonizado por la alcaldesa, Cristina Ayala, hace poco más de una semana, cuando reprendió a un taxista por la falta de vehículos en la estación de tren. Desde las asociaciones Abutaxi y Atabu, que aglutinan a la mayoría de los profesionales, consideran que se trata de "una situación puntual" por "un flujo poco habitual" de pasajeros, defienden la "calidad" del servicio en la ciudad y rechazan la necesidad que se transmite desde el Ejecutivo de aumentar las licencias.
Abutaxi y Atabu consideran que el servicio prestado por los profesionales en Burgos "está entre los mejores del mapa nacional" porque las quejas o reclamaciones recibidas durante el último año "no alcanzan el 0,01% de los servicios realizados". En ese sentido, cifran en dos las quejas de usuarios por retrasos cuando se rozó el millón de servicios atendidos, 500.000 por teléfono (radio taxi) y otros 400.000 en las paradas.
"Si bien pueden darse situaciones puntuales de espera, no deseadas, son ocasionales y siempre terminan siendo atendidas en un tiempo prudencial", tal y como ocurrió el viernes 3 de noviembre, cuando se produjo el "desproporcionado" reproche de la alcaldesa a un taxista, aseguran fuentes de Abutaxi y Atabu en un comunicado.
Desde ambas asociaciones defienden la "perfecta cobertura" a las necesidades de la ciudadanía burgalesa con las 186 licencias municipales de taxi actuales, que prestan servicio 24/7 en diferentes turnos tanto en las 15 paradas que hay en la ciudad como a través de radio taxi, y rechazan la insistencia del Ejecutivo en aumentar en 18 las licencias. En ese sentido, solicitan una reunión de urgencia tanto con el concejal de Movilidad, José Antoio López, como con la propia alcaldesa, Cristina Ayala.