La política nacional está rodeada de cierto espectáculo, aunque no siempre cala en el resto de los escalones de la administración. Ayer, sí que manchó al Pleno municipal de Miranda, en una sesión en la que los concejales del Partido Popular abandonaron la sala sin que terminara el debate sobre una moción presentada por el PSOE, en la que se mezclaba lo local y lo nacional por los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, que supondrá una reducción en la capacidad de inversión del Ayuntamiento. Casualidades o no, la alcaldesa intervino como moderadora del debate en varias ocasiones, algo poco habitual, y una de las ediles del PP cerró la intervención de su portavoz Sergio Montoya con aplausos, algo inédito en la ciudad.
«Esto no es ni el Congreso ni el Senado y afortunadamente siempre hemos mantenido mucha más educación en este Pleno», recriminó Aitana Hernando a Charo Fernández, que tampoco se cayó y defendió el gesto. La máxima responsable municipal cerró el asunto y solicitó a la representante de la oposición que «recapacite y recupere la educación que siempre ha tenido».
El encontronazo sirvió para que se elevara el tono y la tensión creciera en la sesión, pero el rifirrafe no quedó ahí. Acto seguido, Hernando aclaró uno de los puntos de la moción, en el que se instaba a los servicios económicos municipales a que informaran sobre «las consecuencias previsibles del boicot del PP». Primero el portavoz de Vox, Miguel Arbaizar, mencionó un posible delito por la utilización de la institución, a lo que la regidora contestó con dureza. Después Hernando recordó también a Montoya que esta coletilla formaba parte de la moción, «que es un documento político y ambos lo saben, porque se aclaró en la Junta de Portavoces, y el equipo de gobierno solicitará un informe en la que no se pondrá nada del boicot» matizó la alcaldesa, quien además en su intervención mencionó al secretario, que afirmó que no se acordaba de esta puntualización.
El portavoz del PP solicitó hablar «por alusiones» y en mitad de esa intervención Hernando le cortó y le acusó de «estar súper nervioso». En medio de reproches y alusiones a una dictadura, Montoya se levantó con el resto de su grupo y dejó la sala, antes de la última intervención del PSOE. Vox se quedó, aunque en ruegos su representante mostró su «solidaridad con el grupo popular» y reconoció que «si no me he levantado es porque quería votar la moción», algo que hizo en contra.
En el debate sobre la moción hubo ataques personales y dureza en las réplicas, en medio de un debate de fondo sobre el voto en contra del PP y Vox en el Senado.El rechazo en esta cámara conlleva un endurecimiento de las reglas de gasto en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos, y en el caso de Miranda puede suponer una reducción de dos millones de euros en el gasto para este 2024. En cualquier caso, la moción sin el PP presente salió adelante con el respaldo de los concejales de IU-Podemos y el PSOE.
Reacciones. Tras terminar el Pleno, la alcaldesa recordó su papel como moderadora y matizó que se dio la palabra a Sergio Montoya pese a estar fuera de turno. Hernando consideró que esto constituye un agravio comparativo y por eso cortó la palabra al líder del PP, aunque afeó que esto ha ocurrido en otras ocasiones «y nunca ningún portavoz ha pretendido reiterar su intervención», valoró.
Fuera del Ayuntamiento, el líder del Partido Popular reconoció tener una «sensación muy triste», y afirmó que «nos avergüenza lo que pasa en sitios como el Congreso, pero creo que en esta ocasión no nos han dejado otro camino». A su juicio, «no es justo que la alcaldesa opine y el resto no tengamos derecho a dar nuestro punto de vista», por lo que indicó que «no sé lo que dice el reglamento, pero el sentido común y el debate político dice que podamos dar nuestro punto de vista». Sobre el encontronazo, criticó también la presión al secretario y «las alusiones personales que se han hecho en el Pleno».
Los 4 millones de euros para invertir en 2024 ya están disponibles tras un modificado de crédito. El Ayuntamiento de Miranda tiene aprobado su Presupuesto. Una novedad de las cuentas reside en que el equipo de gobierno no firmará crédito alguno para financiar inversiones. En su lugar, usarán el dinero que se tenía reservado para la piscina climatizada y el sobrante de la ayuda recibida para al comercio. Para disponer de ambas partidas, el equipo de gobierno debía de realizar un modificado de crédito y ayer lo completó, en un paso «importantísimo», como definió el portavoz del PSOE Miguel Ángel Adrián. Además, se sumó dinero de partidas de otros años para recaudar otros 247.536 euros, que la administración local tendrá que aportar a la subvención para crear el circuito de bicicletas de montaña. En total, el equipo de gobierno cerró el trámite con el que habilitan el uso de 4.089.000 euros.
La partida que suma una mayor cantidad corresponde al dinero que se tenía para la piscina, un proyecto anclado en problemas judiciales. En concreto, la aportación por este concepto supera los 2,7 millones de euros, mientras que de la ayuda del comercio quedan 1.068.277 euros. La concejala de Hacienda, Matilde Fernández, explicó sobre la aportación para el circuito BTT que «todavía no sabemos cuánto dinero nos van a dar exactamente, porque hay ayuntamientos que podrían renunciar y obtendríamos más».
En cualquier caso, el Consistorio ya dispone del dinero máximo para afrontar esta inversión, al igual que otras como la reforma de la calle Ramón y Cajal, las pistas de pádel o los arreglos de la Fábrica de Tornillos, que se financiarán con el dinero obtenido de este modificado de crédito, que es el tercero que se acomete en este 2024.
El visto bueno a este movimiento se dio tras una votación en la que dieron el sí los concejales del equipo de gobierno. En el caso del PP, el primer grupo de la oposición se abstuvo y el representante de Vox rechazó la propuesta. En cualquier caso, los portavoces calcaron lo dicho en el debate del Presupuesto, ya que los dos partidos sin responsabilidad de gestión criticaron la falta de un modelo de ciudad en las cuentas, mientras que el equipo de gobierno defendió el rumbo fijado.