El vertido incontrolado de miles de litros de parafina en el campo petrolífero de La Lora no ha hecho sino poner el foco en el abandono de un patrimonio industrial único en España que también entraña una amenaza real para el medio ambiente si no está debidamente controlado. Y eso es precisamente lo que desde la Delegación de la Junta de Castilla y León en Burgos le van a recordar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), «su obligación de hacer cumplir el plan de abandono» de las instalaciones «por ser de su competencia», según remarcan desde el Servicio Territorial.
Agentes medioambientales recibieron el aviso del alcalde de Sargentes de la Lora, Carlos Gallo, por la fuga sufrida en los tanques de hidrocarburos del campo de Ayoluengo el 31 de marzo y acudieron a verificar sobre el terreno lo sucedido. Están a la espera de recibir los resultados de las muestras tomadas en la balsa para completar las denuncias correspondientes, formuladas por infracciones en materia de residuos y de patrimonio natural, cuya copia remitirán al Miteco. Este es la única referencia, una vez que la empresa titular de concesión, la Compañía Petrolífera de Sedano, se ha esfumado después de presentar concurso de acreedores a finales de 2021.
Los agentes medioambientales comprobaron que «el petróleo vertido se encuentra recogido bajo los depósitos formando una balsa de unos 285 m2, ya que hace 4 o 5 años el promotor hizo unos acopios de contención porque ya tenían pequeñas fugas», explican a este periódico.
Al parecer, solo uno de los 3 tanques ha perdido el contenido que almacenaba, un derivado del petróleo del mismo color y textura, por lo que la balsa no solo podría rebosar en el caso de que llueva, sino también si los otros dos contenedores sufren fugas similares.
Ayer acudieron a la zona agentes del Seprona y técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, ya que la zona del vertido se encuentra muy próxima a un arroyo. Alrededor de la balsa se ven numerosas huellas de animales que acuden allí a desparasitarse, como corzos y jabalíes, y también algún pájaro que se ha posado sobre el vertido y ya no ha podido remontar el vuelo de nuevo. «El daño medioambiental está ahí» y puede ir a peor si no se actúa, subraya el alcalde, que agradece la preocupación demostrada por todos los implicados salvo el Miteco, del que siguen sin tener noticias (tampoco este periódico).
Es más, al Ayuntamiento de Sargentes de la Lora han llamado nada más leer la noticia del vertido en DB hasta empresas para ofrecerse a gestionar los residuos, pero nadie del departamento de Teresa Ribera ha respondido a los correos y escritos registrados por Carlos Gallo, que insiste en que el campo petrolífero de La Lora puede tener una segunda vida asociada al hidrógeno y también un gran potencial turístico.
Desde la Junta también lo tienen claro. «Dado que se trata de una antigua explotación de hidrocarburos, las competencias para el control y ejecución del plan de abandono y restauración de los terrenos es competencia del Miteco», reseñan. Por un lado, la Dirección General de Política Energética y Minas aprobó en 2017 el plan de abandono de la concesión y por otro, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental formuló a finales de 2020 el informe de impacto sobre la segunda fase de desmantelamiento de las instalaciones.
En esos documentos se establecen los plazos y el procedimiento de comunicación y seguimiento de las operaciones de abandono definitivo de los pozos y demás instalaciones, todo ello incumplido.