Nunca pensó que las redes sociales, algo a lo que no prestaba mucha atención, le fueran a servir para afianzar los pasos que ha dado en el mundo de la música. Las grabaciones que tiene en YouTube se han escuchado en 67 países y el primero de sus dos discos, disponible solo en internet, se mantuvo durante cinco meses en los primeros puestos del ránking mundial de música clásica. El resto lo ha conseguido, evidentemente, con sus actuaciones en directo.
Ignacio Prieto, burgalés nacido en París, acaba de llegar como quien dice al mundo del canto pero no aspira a ser flor de un día. Con los pies en el suelo -quizá por acceder a la lírica cumplidos los 30-, ha ido alimentando sus aspiraciones pasito a pasito. El primero lo dio con la Coral Zaragoza CAI, agrupación en la que se integró hace tres años y con la que se estrenó en un escenario como tenor, formando parte de las 150 voces que dirigió Marta Vela en el concierto Viva Verdi celebrado en noviembre de 2013 en el Auditorio de Zaragoza.
Fue ese concierto, probablemente, el punto de inflexión que le hizo apostar fuerte por una vocación que de joven le había incitado a estudiar solfeo y a formar parte de varios grupos musicales:«A partir de ahí seguí formándome con profesores particulares, empecé a estudiar italiano y decidí grabar un disco en formato digital con un repertorio de arias y romanzas. Curiosamente el disco tuvo bastante repercusión, a pesar de que fue grabado desde la ignorancia del principiante, pero me sirvió como carta de presentación, que era lo que quería», sostiene el tenor burgalés. De amore et fide era también una declaración de intenciones: amor por la música y fe en uno mismo.
Las grabaciones de internet le propiciaron, después, su debut internacional. El verano del año pasado, Ignacio Prieto fue invitado a participar como tenor solista en la Gala Lírica La Cenerentola, organizada por la Asociación International OperaStudio en colaboración con la asociación cultural ViViamol’Arte, en Formello (Italia). «Además de la ópera de Rossini interpreté piezas de El barbero de Sevilla, un repertorio que quizá no es el más adecuado para mi voz, que tengo un poco más grave, pero indudablemente fue una oportunidad increíble», rememora.
Como piezas de un dominó, sus actuaciones le sirvieron para que el Teatro Lírico de Zaragoza le invitara a formar parte de su elenco. Y a continuación se decidiera a grabar su segundo disco, L’Italia nel cuore, en versión digital pero también física.
La primera vez
«Empecé escuchando a Plácido Domingo y por imitación intentaba adquirir ese timbre vocal. Pero no fue hasta que me formé en técnica vocal, y subí media octava, cuando pude enfrentarme al repertorio que él tenía cuando era tenor (empezó siendo barítono y ahora ha regresado a ese registro)».
Pero tan importante es la técnica como el repertorio elegido. «Tienes que seleccionar aquello que sepas que puedes empezar y terminar con el mismo rigor y calidad en una gala completa. Los cantantes llevamos el instrumento todo el tiempo con nosotros: nos enfriamos con él, vamos a la playa con él, dormimos con él... y lógicamente tiene ciertos cambios, al igual que los que llegan con la edad y el propio cuerpo».
De todo esto hay pruebas en internet. Sin embargo faltaba su estreno en Burgos. Su crecimiento como tenor habrá posibilidad de descubrirlo el próximo 1 de abril, cuando Ignacio Prieto debute en una gala lírica de carácter benéfico. «Serán 50 minutos de recital, con una primera parte de zarzuela con 4 romanzas, un tema instrumental a piano y un repertorio final de ópera italiana», resume el cantante.
En la actuación, que repetirá el 19 de mayo en Zaragoza, le acompañará la pianista Marta Vela y la mezzosoprano italiana Ayana Sambuu. Las localidades para el recital que comenzará a las 20 horas en el auditorio de Cajacírculo en Julio Sáez de la Hoya cuestan 5 euros y la recaudación se dedicará íntegramente a Autismo Burgos. «No canto para mí, canto para el que me escucha, así que espero poder transmitir la emoción de la voz. Es difícil conseguirlo, pero espero estar a la altura, llevarme un buen sabor de boca y que la gente salga contenta», concluye.