Emprender es una carrera de fondo repleta de incertidumbres. Emprender siendo mujer añade las sombras de la desigualdad estructural y la conciliación. Rizando el rizo, emprender siendo mujer en el medio rural ahonda el sentimiento de soledad y falta de recursos. Para derribar estas capas solapadas de quebraderos de cabeza que pesan sobre las potenciales empresarias, la Fundación Oxígeno puso en marcha el programa 'La Coomarcal: Emprendimiento Rural', financiado por la Dirección General de la Mujer de la Junta y el Ministerio para la Transición Ecológica. Ayer, seis de las siete mujeres que asumieron el reto presentaron sus resultados en el salón de El Hueco Verde, acompañadas por la música en vivo del grupo Malavara.
El objetivo de esta iniciativa era monitorizar el proceso de incubación de negocios en toda la provincia de Burgos. Inicialmente se inscribieron doce mujeres, pero tras una primera toma de contacto, solo siete decidieron continuar. Durante tres meses, asistieron cada dos semanas de forma presencial a las mentorías del experto empresarial Eduardo Elúa, que les aportó herramientas útiles para agilizar el emprendimiento. «Es un proceso muy solitario y a veces el entorno no es muy favorable», explicaba el técnico, que también se reunió en diferido con las participantes, les mostró las facilidades de la Inteligencia Artificial y les impuso tareas semanales.
«Ha habido posibilidad de colaborar entre proyectos y ha surgido un sentimiento de comunidad muy importante», añadía Elúa elogiando la visión poliédrica y cooperativa del trabajo femenino. Tras lograr construir líneas de negocio viables, su intención es seguir en contacto con estas mujeres para que sus propuestas sigan una fase de aceleración, puedan presentarlas a diferentes fundaciones y recibir subvenciones.
El responsable de Fundación Oxígeno, Roberto Lozano, alabó la madurez de los proyectos y destacó la importancia de «cambiar nuestra forma de consumir y de ver la vida, porque nos olvidamos de personas como ellas». Haciendo balance de la iniciativa, aseguró que se había cumplido su objetivo con creces, ya que pensaba sacar cinco proyectos y había terminado con «siete emprendedoras con un producto mínimo viable».
Propuestas diversas. La fuerza y el tesón de estas seis mujeres ha producido negocios muy diferentes y en distintas comarcas de la provincia, que pretenden no solo obtener un beneficio económico sino mostrar diferentes formas de entender el trabajo y la vida, con una conciencia social y ecológica. «Sois una demostración de inteligencia», dijo de ellas Pedro L. de la Fuente, subdelegado del Gobierno en Burgos, que asistió al evento.