Domingo de Ramos, quien no estrena, no tiene manos, dice el refranero, o sea, no tiene trabajo y no puede permitirse estrenar, en Burgos, más de siete mil personas según los datos del paro del pasado febrero. Vamos con las palmas como largas plumas rubias de abril, con las palmas tejidas en trenzas de sol, cuajadas de rosquillas y dulces, insólitos frutos primaverales, agitamos este domingo los ramos de olivo, bajo la lluvia tal vez, que dicen las previsiones que hoy va a llover porque llovió el día de Todos los Santos, Santos mojados, Ramos regados, salimos a ver la procesión de La borriquilla, como dice el personal, que atiende a la burra, que ya es un animal a extinguir porque dicen que solo hay treinta mil en España más los de las procesiones del Domingo de Ramos, pero estos no rebuznan, ya no hay burros como el Platero de Juan Ramón Jiménez, pequeño, peludo y suave, o el de Sancho Panza, de color rucio, que, según decía, valía dos veces más que el caballo de su amo, ya no hay burros con moraleja, como el asno viejo que cayó al pozo en la fábula de Esopo, o el burro flautista de Iriarte, ni burros como los del cancionero popular, el burro enfermo, a mi burro, a mi burro,/ le duelen las orejas/ y el médico le ha puesto/ una gorrita negra, o el burro muerto, que era valiente y mohíno, ya se murió el burro/ que acarreaba la vinagre/ ya lo llevó Dios/ de este mundo miserable. No hay burros. 

Solo nos queda la borriquita del Domingo de Ramos, que es la de siempre, que vuelve cada año para que los niños vean un burro, el pollino pardo y mansueto que carga a Jesús en su entrada a Jerusalén en el inicio de la tragedia con final feliz de la Semana Santa. 
Tal vez llueva hoy y haya este año buena cosecha, ramos mojados, granos mejorados, Semana Santa en abril, año gentil, tal vez tengamos que alzar la palma, y el ramo, y el paraguas, y la borriquilla salga con impermeable para que no se constipe, a mi burro, a mi burro/ le duele la garganta/ y el médico le ha puesto/ una bufanda blanca, hoy es Domingo de Ramos y quien no estrena, no tiene manos.

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