El Parlamento de Líbano ha elegido este jueves al jefe del Ejército, Joseph Aoun, como nuevo presidente del país, una votación que ha salido adelante tras más de dos años de vacío en el cargo tras el fin del mandato de Michel Aoun en octubre de 2022 y en medio de denuncias sobre una posible violación de la Constitución al encontrarse el elegido aún al frente de las Fuerzas Armadas.
La elección de Aoun ha salido adelante en la segunda votación, después de que la primera se saldara con 71 votos a favor, 37 en blanco, catorce a favor de "la soberanía y la Constitución", dos para Chebli Malat --quien retiró su candidatura-- y cuatro nulos, según el diario 'L'Orient-Le Jour'.
En la segunda ronda, celebrada dos horas después de la primera después de que el presidente del Parlamento, Nabih Berri, ordenara un receso para permitir consultas entre los parlamentarios, Aoun ha obtenido 99 de los 128 posibles, superando ampliamente el mínimo de 86 respaldos necesarios para ser elegido.
Además, nueve parlamentarios han votado en blanco, doce han votado "soberanía y Constitución" y dos a favor de Malat, a los que se suman cinco votos inválidos. De esta forma, el jefe del Ejército --sin relación familiar con su predecesor-- se encamina a convertirse en el decimocuarto presidente del país asiático.
Aoun, de 60 años, figuraba como el favorito para la elección después de que el candidato respaldado por el partido-milicia chií Hezbolá, Suleiman Frangie, del Movimiento Patriótico Libre (MPL), retirara su candidatura y expresara su apoyo al jefe del Ejército, en un intento por poner fin a la grave crisis política en el país.
Sin embargo, varios parlamentarios han expresado duras críticas a la situación durante la sesión parlamentaria y han afirmado que supone una violación de la Constitución, que debería ser enmendada para que Aoun pueda asumir el cargo, ya que en la actualidad impide la elección como presidente de cualquier persona que haya ocupado un cargo de responsabilidad durante los dos años previos.
Mikati descarta pronunciarse sobre su nombramiento
Poco antes de la votación, el primer ministro libanés en funciones, Nayib Mikati, ha destacado que "el Gobierno hizo un gran esfuerzo durante los últimos dos años y logró, al menos, preservar la estructura del Estado", al tiempo que ha descartado pronunciarse sobre si volverá a ser nombrado para el cargo.
"La próxima semana hay consultas parlamentarias (...) y, a la luz de ellas, se decidirán los asuntos", ha manifestado, según un comunicado publicado por su oficina a través de la red social X. "Necesito un periodo de descanso, pero si hay alguna necesidad, siempre estoy al servicio del país en cualquier posición que ocupe", ha sostenido.
En este sentido, recalcó que por ahora "no se ha logrado una solución completa" a la crisis en el país, si bien ha argumentado que "lo que es seguro es que la siguiente etapa es la etapa del pleno respeto de la Constitución, la plena implementación de las leyes y la aplicación de las resoluciones internacionales".
Mikati ha ensalzado además que durante su mandato como primer ministro mantuvo unas relaciones "excelentes" con Joseph Aoun, de quien ha dicho que "siempre respetó" su cargo. "Al mismo tiempo, yo respeté y aprecié su preocupación por la soberanía libanesa", ha remachado el político.
Felicitación de Israel
Por su parte, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha felicitado a Líbano "por la elección de un nuevo presidente tras una larga crisis política". "Espero que esta elección contribuya a la estabilidad, a un futuro mejor para Líbano y su pueblo y unas buenas relaciones de vecindad", ha argüido en su cuenta en X.
La votación ha salido adelante tras doce intentos fallidos debido al bloqueo en el legislativo entre los bloques encabezados por Hezbolá y sus opositores, que finalmente ha quedado roto en medio del alto el fuego pactado a finales de noviembre con Israel y ante las presiones internacionales para poner fin al vacío en la Presidencia, considerado clave para sacar al país de la profunda crisis económica y social en la que se encuentra desde hace años.
El sistema de reparto de poder en el país contempla que el presidente sea un cristiano maronita, comunidad a la que debe también pertenecer el jefe del Ejército. De hecho, Aoun será el quinto comandante del Ejército en presidir el país y el cuarto de forma consecutiva, tras Michel Aoun, Michel Suleiman y Émile Lahud.
Aoun, de 60 años, lleva al frente del Ejército libanés desde marzo de 2017, cuando reemplazó a Jean Kahuayi, y, si bien su mandato terminó en 2023, el Parlamento ha votado en dos ocasiones para extenderlo y evitar también un vacío al frente de las Fuerzas Armadas.
El comandante ordenó en agosto de 2017 el inicio de una operación contra yihadistas de Estado Islámico que tomaron posiciones en Líbano tras irrumpir desde Siria después de crear un 2014 un 'califato' en partes de Irak y Siria después de una ofensiva relámpago en ambos países.
Entre las principales tareas que deberá acometer Aoun en caso de que sea confirmado como presidente figuran el nombramiento de un nuevo Gobierno, dado que el actual se encuentra en funciones también desde 2022, igualmente ante la falta de acuerdo para su renovación.
Además, deberá supervisar el mantenimiento del acuerdo de alto el fuego con Israel, alcanzado tras cerca de dos meses de invasión de Líbano y más de un año de combates con Hezbolá, que incluye el despliegue del Ejército al sur del río Litani, de donde debe retirarse totalmente el partido-milicia, en línea con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
A nivel interno, el futuro gobierno tendrá además que aplicar una batería de reformas exigidas por la comunidad internacional para la entrega de un rescate que permita a las autoridades abordar la peor crisis económica de la historia del país, desatada en 2019 y empeorada por la pandemia de coronavirus, las explosiones en el puerto de Beirut y la guerra.