Los autores de la quema de las banderas de España, la Unión Europea y Castilla y León que ondeaban en la fachada del Ayuntamiento del Condado de Treviño se entregaron y el revuelo por este acto vandálico poco a poco se ha ido disipando. Ahora bien, sus consecuencias aún pueden percibirse en este pueblo de la comarca de Miranda, ya que los mástiles situados en la Casa Consistorial todavía lucen desnudos. Y eso que los hechos tuvieron lugar durante la celebración de las fiestas patronales allá por el sábado 22 de junio. Es decir, la administración municipal de la principal localidad del enclave no ha repuesto las insignias calcinadas más de dos meses después.
El Ayuntamiento del Condado de Treviño tiene la obligación de volver a instalar sus banderas. Así lo exige la ley aprobada en el año 1981 cuyo artículo número 3 dicta que la insignia de la nación «deberá ondear en el exterior» de «todos los edificios» de las administraciones estatales, autonómicas, provinciales y, por supuesto, municipales. Asimismo, esta norma establece que, cuando elConsistorio de este pueblo reponga los símbolos, tendrá que colocar la de España en el mástil central, algo que ya ocurría antes de que los tres jóvenes implicados la arrancaran y la prendieran fuego.
Durante la madrugada del viernes al sábado de las fiestas en honor a San Juan Bautista, los vándalos no solo convirtieron en cenizas las tres insignias que ondeaban en el Ayuntamiento, sino que en su lugar instalaron la ikurriña -la bandera del País Vasco- y esta permaneció allí durante más de 48 horas. La Guardia Civil se encargó de retirar el símbolo de la comunidad autónoma vecina a primera hora del lunes, cuando comenzó la investigación sobre lo ocurrido tras la denuncia que presentó el alcalde, Adolfo Estavillo.
Pasaron varias semanas desde entonces hasta que los tres implicados se entregaron y se pudo arrancar el proceso judicial, que en la actualidad todavía se está llevando a cabo. Como ya adelantó Diario de Burgos a finales de julio, el Juzgado de Instrucción Primera Instancia Número 2 de Miranda está investigando por un delito de daños a uno de los jóvenes que retiraron y quemaron las banderas, mientras que el Ministerio Fiscal se encarga de los otros dos al tratarse de menores de edad.