Entro en Google Maps. Activo la opción cómo llegar. Quiero que la aplicación me proponga las tres mejores maneras para alcanzar el mismo sitio, caminando desde tres zonas distintas de la ciudad. Mi destino es Óscar Romero, dos. Justo en la esquina con la calle Murcia.

La esquina que está más cerca del centro de todas las del Parque de los Ochos de Fuentecillas. El lugar que han elegido, tanto monta, la señora Carpintero, doña Blanca, concejala de Festejos, y, monta tanto, el señor de la Rosa, don Daniel, para ubicar las barracas de los próximos dos o tres sampedros. Pretendo adivinar cuánto tiempo tendremos que dejar los vecinos en el camino del Ferial. Primero pienso en las gentes de la zona norte. Si se propone la Plaza de España como punto de partida, Google responde que el trayecto óptimo dura veintinueve minutos, y que se consigue atravesando las faldas del Castillo por la calle Corazas. También me pongo en el lugar de los burgaleses de la zona sur. Esta vez se me ocurre la plaza de San Agustín como origen del recorrido, y el Maps me propone una caminata de treinta y tres minutos que incorpora el Paseo de la Isla. Finalmente, me acuerdo de las tribus del centro, residentes o forasteros, el alma de la fiesta. Me imagino saliendo del entorno del Arco de Santa María. Pongamos que desde el segundo número del Paseo de la Audiencia.

La ruta más corta en este caso, veintitrés minutos, obliga a cruzar el Paseo de los Cubos. De pronto, un escalofrío me hiela la sangre. ¡El parque de los Ochos…! ¿Cómo llegar…? Mi memoria recupera los datos de la encuesta de seguridad de género publicados, esta semana, por la concejalía de la Mujer que lidera la señora Paredes, doña Aida Estrella, socialista a la sazón. Y es que un muestreo de ochocientas ochenta y ocho burgalesas, y ciento setenta y seis vecinos, ha señalado, precisamente, a las faldas del Castillo, al de la Isla, y al paseo de los Cubos, como tres de nuestros cinco enclaves más peligrosos por la noche. Así que, señor de la Rosa, don Daniel, sea prudente. Porque Google no engaña. Ni la Concejalía de la Mujer. Y tampoco la nueva ubicación de las Barracas. ¿Mejor o peor…? No sé. Como poco, al menos desde la ideología de género, machista…