Un tercio de los futuros proyectos de generación hidrógeno verde en España están localizados a lo largo de la cornisa cantábrica (incluidos dos de almacenamiento), pero su desarrollo está limitado por la escasa disponibilidad de suelo. Esto no ocurre en la otra vertiente, en Burgos, que aporta polígonos industriales y espacios suficientes para implantar proyectos que puedan abastecerse de energía renovable y con conexiones a la futura red troncal de hidroductos.
Esta capacidad de adaptación de la provincia a esta nueva realidad energética se puso ayer en valor en el encuentro de las Cámaras de Comercio del Arco Atlántico celebrado en el Parque Tecnológico de Abanto, en Vizcaya, durante el que se presentaron todos los valles y clústeres del hidrógeno que se están poniendo en marcha desde el País Vasco hasta Galicia, incluyendo el Valle del Hidrógeno en Burgos, con el plan 2025-2030, que pronto será una realidad.
La jornada dejó patente que hay un desarrollo poco uniforme de esta tecnología a lo largo de la geografía española. El corredor vasco y el asturiano son los más avanzados, mientras que Galicia y Cantabria van con más retraso.
También aportaron sus estrategias Enagás, que acaba de presentar el mapa de hidroductos que recorrerán la Península y su conexión con el resto de Europa, y Redeia, que en breve presentará el borrador de la planificación eléctrica para el periodo 2026-2031, un documento clave para que el sector pueda disponer de capacidad de abastecimiento y conexión a la red (...).
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