Una mirada hacia las cumbres de la Sierra de la Demanda basta para confirmar que no hay 'combustible' para alimentar a la presa de Castrovido, que en estos momentos ya tendría que haber planificado el inicio del segundo escalón de llenado. Sin embargo, las bajas precipitaciones y la «casi absoluta falta de nieve» caída desde finales de diciembre retrasarán probablemente la finalización de la fase de pruebas y su entrada en funcionamiento definitiva, que en principio se esperaba para el otoño de 2023. Actualmente, el agua embalsada en el vaso principal no llega al 10% de la capacidad autorizada, que es de 44,12 hectómetros cúbicos.
Los datos de la estación ubicada en Palacios de la Sierra hablan por sí solos. En febrero de 2021 se recogieron 125,6 litros por metro cuadrado.En el mes que acaba de terminar 5,4. No sale mejor parado en la comparativa enero. 79 el año pasado, 12 l/m3 este, según los datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología.
Por contra, los 80,8 litros por metros cuadrado del último mes de 2021 y el deshielo de la nieve acumulada entre noviembre y diciembre por las altas temperaturas de las semanas de Nochevieja y Año Nuevo permitieron alcanzar un doble objetivo. Por un lado, el llenado de la presa de cola al 100%, con 3 hectómetros cúbicos, lo que permitió cerrar los desagües de fondo al alcanzar la cota del aliviadero del Azud de los Vados. Por otro, se pudo llegar al primer escalón de la presa principal, con un 11% de carga y un volumen almacenado de poco más de 4 hm3. «Siguiendo el Plan de Puesta en Carga aprobado, se ha mantenido el embalse en el entorno de la cota 997, laminando aquellas entradas que se han producido» por las escasas precipitaciones y, sobre todo por el rápido deshielo de fin de año.
De este modo, desde la CHD evalúan positivamente el inicio del proceso, que controlan sus técnicos con apoyo de personal especializado de una empresa externa. «El llenado completo del embalse de cola y del primer escalón del Plan de Puesta en Carga del embalse principal se ha desarrollado con normalidad, cumpliendo las condiciones de seguridad más exigentes», informan desde la CHD, donde califican como «satisfactoria y esperada» la respuesta ofrecida por ambas presas durante este primer periodo, que arrancó en junio.
Del mismo modo desde la Confederación insisten en que si bien habrá que esperar muchos meses hasta ver culminado este proceso de puesta en carga, «Castrovido ya ha contribuido a mitigar daños de algunas crecidas, protegiendo así a las poblaciones ubicadas aguas abajo de la cuenca del Arlanza».