Los duelos del Silbö San Pablo y el Movistar Estudiantes se están convirtiendo en un clásico del baloncesto nacional. Comenzaron en 2017 con el ascenso de los burgaleses a la ACBy se han prolongado a lo largo de todos estos años, con la excepción de la temporada 2021/22, pues los colegiales perdieron la categoría una campaña antes. En total, han disputado 16 partidos oficiales con un balance de 9 victorias para los castellanos, seis para los madrileños y un empate.
El San Pablo y el Estudiantes llevan persiguiendo el mismo objetivo desde hace años. Primero fue la permanencia en la Liga Endesa y después el ascenso a la élite. Desde que se encuentran en la Primera FEB, han configurado proyectos potentes para regresar a la ACB, pero a los dos se les ha resistido. Este domingo vuelven a cruzar sus caminos en el Movistar Arena -antes WiZink Center- en un duelo que proclamará un líder en solitario. De momento, ambos están empatados en lo más alto a 14 victorias.
La igualdad en los enfrentamientos entre ambos equipos se ha roto en los últimos años en Primera FEB. Hasta cinco veces ha ganado el San Pablo desde que está en dicha categoría por solo tres del Estudiantes. El último precedente ha sido esta misma semana con un empate (91-91) en la Copa España, pero era un duelo en el que no había nada en juego, ya que los burgaleses habían vencido en la ida por 38 puntos (96-58), un resultado que escoció mucho en Madrid.
En la campaña 2023/24, se repartieron las victorias en la liga regular con ambas escuadras ganando a domicilio, pero un año antes el San Pablo había asestado al Estudiantes un duro golpe. Lo eliminó del play off de ascenso con un contundente 3-0 y eso que los dos primeros compromisos de la serie se celebraron en el WiZink Center. Meses antes, los madrileños habían ganado los dos partidos ligueros.
Remontándose a la época de la ACB, el Estudiantes no dio tregua a un recién llegado San Pablo y le venció en los dos envites del curso 2017/18. En el Coliseum, se exhibió Cook, que luego vistió de azulón, y en Madrid lo hizo Landesberg. Volvió a triunfar el cuadro colegial en su casa al año siguiente, pero después encadenó cuatro tropiezos consecutivos, uno esa misma campaña y el resto durante la época dorada del San Pablo. Y eso que en el curso 2019/20 solo jugaron una vez por la pandemia. Ha llovido mucho desde entonces y este domingo se vivirá un nuevo capítulo en una rivalidad que es ya un clásico.