Es curioso que la misma semana que desde el otro lado del charco Zuckerberg dice que en sus redes también hay misma barra libre de mentiras que en las de Elon Musk, gran parte de la prensa de este país ponga el foco en el aspecto posiblemente delictivo de una filtración de información por encima del delito confeso que el periodismo trataba de hacer público. Es peligrosísimo que se nos olvide que la labor de la prensa es la de ser garante de la democracia, exponer los temas incómodos, proteger a las fuentes para proteger el derecho a la información, y no hacer de altavoz de jefes de prensa que reducen el debate político a un «me gusta la fruta» que polariza y desinforma.
No está bien que un fiscal haga pública información privada. Tampoco está bien que haya tantísimo periodista partiéndose la cara por el derecho a la privacidad de un tipo que defraudó dinero público en una lucrativa operación de compra de mascarillas en mitad de la pandemia que tan cuestionablemente gestionó su novia. Es previsible que el titiritero detrás de esto sonría en la puerta de un juzgado. Pero solo leemos lo que nos gusta leer, escuchamos a quien nos gusta escuchar y creemos lo que nos apetece creer, tal y como saben los magnates de las redes, que hacen muchísimo más dinero echando gasolina al fuego de la desinformación que estableciendo que, como medios de comunicación que de facto son, deberían actuar bajo las normas éticas del periodismo, pero no.
En fin, que la vuelta al cole se me está haciendo bola, y esto no va a mejorar nada cuando vuelva a coincidir en una comida con esos que me decían que el segundo mandato de Trump no era tan mala noticia, que era mucho blablabla, pero que luego no pasaba nada y que en el fondo era igual que Kamala cuando les canté y yo me compraré Groenlandia, y si no me la dejas comprar la invado, y Perú, y el golfo de México, y el Tíbet, y Japón, y la isla de Pascua y las selvas de Borneo, y los cráteres de Marte (esos que me los envuelvan de regalo para Elon) y los anillos de Saturno en una versión de la canción de Zombies más siniestra que la que hicieron Bom Bom Chip.