Es de esperar, y sobre todo muy deseable, que en los próximos días se ponga voz sin distorsionar y cara a las personas que han afirmado que llevaron en bolsas de plástico 90.000 euros a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz, declaraciones en las que el PP ha sustentado su querella contra este partido por financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Es previsible que los medios de comunicación que han dado la exclusiva o personas vinculados a ellos los tengan a buen recaudo y sigan realizando declaraciones con las que darle más enjundia a la querella. Recuérdese que hay medios de comunicación que han sido expertos en ocultar a políticos que con sus actos –"el Tamayazo"- cambiaron la voluntad popular en la Comunidad Autónoma de Madrid.

El juez de la Audiencia Nacional en el que ha recaído la causa, Santiago Pedraz, antes de tomar alguna decisión debe consultar a la fiscalía que le parece el caso, con unos indicios judicialmente tan débiles por el momento. Con más datos, la continuación del asunto sería más contundente, pero también los 'arrepentidos' saben que todo lo que digan podrá ser utilizado en su contra y que dependerá de la fiscalía si sus declaraciones con merecedoras de un acuerdo que les pueda suponer una rebaja de penas en el supuesto caso de que se vieran investigados.  

El PP busca que al PSOE le investiguen y le condenen por financiación ilegal, por cohecho y tráfico de influencias, y busca en todo que sucede en torno a Koldo García, Javier de Aldama y José Luis Ábalos sea la venganza del 'caso Gürtel' y por  la financiación de la que disfrutó como partícipe a título lucrativo, pero a pesar de los 'papeles de Bárcenas' y de los ochenta millones de euros recibidos de distintas empresas, la justicia fue incapaz de hallar trazas de cohecho, de vincular los ingresos irregulares del PP con concesiones a empresas. Quizá ahora si la querella sigue su curso, la justicia sea más diligente para encontrar el hilo conductor entre los 90.000 euros y las adjudicaciones empresariales, supuestamente relacionada con la trama de los hidrocarburos en la que también está relacionado De Aldama, encarcelado por ello.

El nuevo informe de la UCO sobre los tres sospechosos investigados en las distintas tramas que los relacionan dejan en nada las comparecencias que tanto 'Koldo' como Ábalos tuvieron en la comisión de investigación ad hoc en el Senado de la que ambos salieron tan "vivos" que 'Koldo' llegó a mostrarse desafiante  y a preguntar a los senadores populares  si le pedirían perdón cuando saliera exculpado.

En este asunto hay muchas personas que tienen que hablar: en primer lugar, los empresarios que llevaron el dinero a Ferraz, si el PP no quiere haber cometido otro grave error de estrategia;  debe hablar Ábalos, que dice que lo está deseando para ejercer su derecho de defensa, cuando sea previsiblemente investigado y el caso pase al tribunal Supremo; y desde luego tiene que hablar De Aldama, porque solo él puede aclarar hasta dónde llega su infiltración en la cúpula del poder y del Gobierno. Y no ocurrirá, porque no es la forma de proceder de nadie que se ve en tela de juicio, pero el propio Pedro Sánchez debiera dar alguna explicación sobre todos los asuntos en los que le señalan. ¿Serviría para algo? Probablemente no. Por eso hay que esperar a que hablen los jueces y como valoran indicios y pruebas. Que esa es otra.