David del Cura

Entre pitos y flautas

David del Cura


Los que polarizan son los otros

12/12/2022

Los turistas siempre son los otros proclaman los que se consideran viajeros por no llevar camisetas con tirantes en las catedrales. Los que crispan y polarizan también son los de enfrente que insultan, atacan y humillan a los poseedores de la verdad absoluta . El infantilismo político anida y crece en formas tan patéticas como el 'y tú más' o el 'ha empezado él', más propio de parvularios que de parlamentos. El 'otro' como enemigo es el eje de la algarada pública en la que se han convertido los espacios de discusión. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Dónde está el debate como mecanismo para enriquecer la calidad normativa y legislativa?, ¿cuándo comenzó esta deriva?, ¿hay horizonte de final?, ¿por qué?, ¿quién ha sido?... pues vale eso de 'entre todos lo mataron y él solito se murió'. 

La vida parlamentaria mantiene sus liturgias procedimentales pero las mayorías vienen pactadas de casa y el debate ya no ayuda a incorporar nuevos puntos de vista o planteamientos diversos. En todo caso sirve para que se autoenmienden unos textos elaborados con improvisación y para admitir las demandas del socio necesario. Asumimos que los reales decretos leyes y su 'urgente necesidad' son una vía corriente para ir aliviando las prisas y esquivando controles, contemplamos como las proposiciones de ley llegan al Congreso ayunas de informes preceptivos para los más diversos asuntos. Valgan estas tendencias de la Carrera de San Jerónimo para los procedimientos en otras administraciones. Si la oposición no aporta, nos saltamos los órganos consultivos y los plazos, el resultado es una merma cualitativa de las redacciones que publican los boletines oficiales.

Sumemos a las peculiaridades legislativas el vaciado de algunas funciones parlamentarias como la renovación del CGPJ uno de los vergonzantes lastres de nuestra institucionalidad marchita. Corresponde a Congreso y Senado aportar unos nombres que damos por hecho y asumimos que se cocinan entre los dos grandes partidos dejando a las cámaras el 'amén', o ni eso en este caso. 

Para terminar con la puesta en escena, quizá el aspecto más notable por impacto. Hace algunos años las intervenciones parlamentarias y mitineras buscaban el 'corte' para el telediario, ahora ya no hay tiempo para lo que no sea el 'zasca', el tuit o ambas cosas en una. Da igual que se haya llegado al improperio después de una concatenación de torpezas o de ideas deslavazadas. Ha dejado de ser necesario el camino y el contexto solo queda el zarpazo y sus consecuencias. Este proceso hacia el insulto o la acusación salvaje además de generar el correspondiente rasgado de vestiduras y el '¡esto es intolerable!', termina por ocultar el sobre qué se está discutiendo, termina por desnaturalizar el proceso democrático. Es un ejercicio de taxidermia, se vacía el interior y donde antes había hígados, corazones o cerebros se vuelca serrín o bolitas de 'corchopán'… la democracia no puede tener los ojos de cristal, necesita parpadear, mirar y correr en paralelo a los ciudadanos. Dicen que la nostalgia es una trampa que nos hacemos para refugiarnos en lugares de la memoria en los que hemos sido más o menos felices.

También es un negocio con los que nacimos en tropel pero esa es otra historia. Esta semana que hemos ¿celebrado? el cuadragésimo cuarto aniversario de la Constitución y constatado que estamos disparados hacia un 2023 electoral en el que se va a estrechar el campo de juego, se van a limitar los asuntos públicos a un puñado con posiciones dispares y el consenso estará en hibernación… recordemos con esa nostalgia perjudicial los momentos en los que había que construir y la democracia representativa aparecía como la bóveda con la que cubrirnos, en la que todos podíamos participar, o esa sensación había, y hasta tenía una piedra en todo lo alto con rango de jefe de estado. Cualquier tiempo pasado fue distinto pero antes de que prenda la desafección o las verdades absolutísimas e incompatibles entre bloques aprendamos a disfrutar de la política y su relato con exigencia, sentido crítico y madurez… que nos creemos todo. 

ARCHIVADO EN: Leyes, Constitución, CGPJ, Senado