David del Cura

Entre pitos y flautas

David del Cura


El amigo americano

03/03/2025

Los yanquis han venio', ¡Olé! el salero con mil regalos/Y a las niñas bonitas van a obsequiarlas con aeroplanos/ Con aeroplanos de chorro libre, que corta el aire/ Y también rascacielos bien conservaos en 'frigidaire'.

De nuestras percepciones sobre el 'amigo americano' la más tierna e ilustrativa es, sin duda, la que rodó Berlanga en el 53, con guion de Mihura y Bardem (talento para iluminar un país de grises) y con Manolo Morán, Pepe Isbert, alcalde 'nuestro' dispuesto a darnos una explicación… y Lolita Sevilla poniendo voz a esas coplillas. Luego que si las bases, el baño de Fraga en Palomares con el embajador Duke tras la caída de una bomba de un B-52 (por cierto el ministro español trató de hacerse la foto solo según contaron en el funeral del diplomático, pero a la hora de la agitación y propaganda es difícil colársela a los americanos por muy de información y turismo que fuera don Manuel)… así podríamos seguir pasando por el referéndum de la OTAN, hasta llegar a los pies de Aznar sobre la mesa en el rancho de los Bush y su extraña mutación en el habla tirando a teleñeco doblado al llamado 'español neutro' que a nosotros nos suena a mezcla de Tijuana con patata en boca. 

Entre estos hitos aleatorios y deslavazados ha corrido siempre un hilo de vínculo atlantista que ha convivido con el yankis go home y que nos ha dejado a muchas generaciones la sensación de que con sus estridencias, 'americanadas' y deportes incomprendidos, compartíamos unos mínimos comunes de civilización. El final de la Segunda Guerra Mundial, hace 80 años, marcó una unidad de destino, por seguir con las expresiones viejunas.

Hace algunos días en Bloomberg decían que no sería descartable que este aniversario, sinónimo de libertad y progreso, y que tuvo en la foto de Yalta con Roosvelt, Churchill y Stalin (que luego se quedó con un pedazo gordo de Europa) el inicio de una nueva era, sea celebrado por Trump con una foto con Putin y el chino. Lo que podría interpretarse como una exageración, una profanación de la historia y sus momentos… quizá hasta se quede corto después de haber escuchado que Zelenski es un dictador, luego ya no, y lo que vendrá después. Ver que un presidente de Estados Unidos promociona en sus redes sociales una creación con inteligencia artificial en la que, sobre las ruinas de una Gaza destruida por las bombas, recrea una 'ciudad Trump', con hoteles Trump, coches de lujo, estatuas doradas de Trump, globos con su cabeza… un copazo en una hamaca Trump y Netanyahu, Ah, y el omnipresente Musk repartiendo billetes. No es una broma, no es una siniestra recreación, es el final de una civilización y una cultura basada en el humanismo de tradición cristiana y luego ya completada con el respeto más básico al ser humano y la democracia como sistema de representación de todos. Eso que se llamó atlantismo es ahora cenizas. Hasta hemos visto votar a Estado Unidos en la ONU, o lo que sea, junto al 'eje del mal' que forman Corea del Norte, Irán y Rusia… pues ahora también los americanos. 

Solo nos queda aferrarnos, defender y hacer crecer nuestra cultura europea, rica, democrática, esa que sigue siendo polo de atracción para gentes de todo el mundo y sobre la que tenemos que construir nuestra libertad… no hay otra, o estamos juntos o si nos fragmentamos seremos débiles y pasto de cualquiera de esas dos potencias y media que se andan repartiendo el mundo y, sobre todo, los mercados… porque esto va de eso, sobre todo, de tierras raras, negocios extractivos y comercio ventajistas. 

Por eso resulta inexplicable que haya por aquí quien se jacta de ser 'trumpista' y participar en sus aquelarres ¿cómo podrá defender Abascal que los exportadores de porcino (sumemos todo producto agrícola), por poner unos ejemplos van a tener que pagar por tratar de llegar a California? 
Otro que se va con la explicación sin dar… y esa, la debe. Urgen explicaciones después de la encerrona de TRUMP y su mamporrero a Zelenski.