Gadea G. Ubierna

Plaza Mayor

Gadea G. Ubierna


Ejemplo a seguir

22/02/2024

La directora de Proyecto Hombre en Burgos, Marta González, lamentaba el pasado domingo en este periódico que el consumo de alcohol está tan arraigado al día a día de los españoles que hace muy difícil la prevención en los adolescentes. Ella hablaba de una «naturalización» en la ingesta que normaliza lo que no debería considerarse como tal. Y coincide que la actualidad local nos ha deparado un magnífico ejemplo de ello: la dimisión del hostelero Fernando de la Varga como concejal en el Ayuntamiento tras haber dado positivo en un control de alcoholemia.

Hubo quien juzgó que la determinación de De la Varga (para mí, encomiable) fue una reacción desproporcionada. Vamos, que, total, tampoco había bebido tanto. Y que un exceso de alcohol al volante que se queda en multa y no llega a delito tampoco es como para volverse locos. Bueno, pues quizá sí. La lástima es que en la política española haya tan pocos cargos públicos con la coherencia de Fernando de la Varga, al menos en este caso: un hostelero con acta de concejal no puede dar positivo en un control de alcoholemia y seguir como si nada. Cosa que, por cierto, sí han hecho numerosos cargos públicos españoles en activo. E incluso con tasas bastante más altas.

Ahora, sería deseable que esa muestra de responsabilidad que el exconcejal atribuyó a los representantes de los burgaleses en su despedida se extendiera. Porque integrantes del equipo de gobierno han defendido en público la venta de alcohol en una fiesta para jóvenes organizada por el Ayuntamiento porque «era de baja graduación». Y eso por no entrar en la más que activa participación del Ayuntamiento en el macrobotellón por excelencia de esta ciudad, que es la celebración del Curpillos. ¿Cómo sería sin decenas -y me quedo muy corta- de borrachos? Ojalá alguna vez lo veamos.