Este domingo tendrá lugar en la capital burgalesa un evento más que especial para el devenir competitivo de UBU San Pablo Burgos y Tubos Aranda Villa de Aranda en el presente curso. Y es que, a partir de las 12 y en el pabellón de El Plantío, cidianos y ribereños volverán a verse las caras en encuentro oficial. Se trata de una cita obligada para cualquier amante del balonmano en la provincia pero, sobre todo, de un evento que puede acabar por convertirse en un auténtico punto de inflexión para el futuro más inmediato de ambas entidades.
¿Por qué? Pues porque de superar a sus vecinos amarillos, al conjunto de Roi Sánchez se le pondrían muy de cara las opciones reales de poder organizar el play off de ascenso a Liga Asobal; sin deshacerse, eso sí, de la idea de poder seguir luchando por el título con Guadalajara. Sea como fuere, un hito sin parangón para la capital que sería acogido por toda la ciudad como algo verdaderamente especial después de que otros de sus deportes, como baloncesto o rugby, ya lo lograran en su día sentando precedente. También porque, dicho suceso, podría terminar de dar el impulso necesario al balonmano para acabar por consolidarse como una alternativa de ocio definitiva entre los habitantes de la Caput castellae.
Ahora bien. El encuentro, como decimos, no implica sólo potencialidades para el cuadro cidiano. Y es que, con esas, el choque trae los mismos parabienes para los de la Villa realenga. Principalmente porque éstos llegan a la velada en el punto álgido de su evolución en el presente curso (sí, es curioso que ésta pueda ser la primera vez que ambos clubes lleguen bien al derbi), pero también porque, de sumar los dos puntos en feudo capitalino, la victoria serviría a Aranda para instalarse definitivamente en el grupo de fase de ascenso a Asobal en la antesala aún de medirse a rivales directos por ella como Barcelona B, Málaga, Cisne o Agustinos. En definitiva, una fecha para marcar en rojo, disfrutar, y para vivirla desde dentro si se puede.