Martín García Barbadillo

Jueves sí, jueves no

Martín García Barbadillo


El Burgos moderno

18/03/2024

No sé si es una impresión particular mía o, quizás, a usted le sucede algo parecido: ¿No le parece que cuando algún medio de comunicación nacional viene aquí a hacer sus cosas, sus programas o lo que sea, Burgos queda como un lugar muy pintón? No vamos a decir que resulta mejor de lo que es en realidad, pero sí que a ojos, u oídos, de un espectador de, pongamos, Ciudad Real, puede parecer un lugar en el que pasan cositas, un sitio que está bien.

Esto ocurrió, otra vez, la pasada semana, concretamente el martes, cuando Radio Nacional realizó su magazine mañanero desde Burgos para celebrar el 40 cumpleaños de su emisora en Castilla y León, que arrancó aquí en 1984. Fue un show en directo, con un público que llenó el CAB, uno de los espacios top de la ciudad. El programa lo lleva Ángel Carmona, una metralleta andante de palabras y entusiasmo enfundada en camisa hawaiana, que reunió a toda la aristocracia de la música burgalesa que, como hemos dicho aquí varias veces, está viviendo su edad de oro.

Y llevó a más gente que habló de Atapuerca, de ilustración, del bar Patillas y de lo que hiciera falta. Carmona, que además presenta Cachitos en La 2, es colega de los músicos y se notó. Estuvieron Fetén Fetén, de principio a fin, David Ruiz de La M.O.D.A., Blanca Altable y ese prodigio que es El Nido. Comieron empanada y chevaliers y tocaron, tocaron mucho; y hablaron, de Burgos, de otros músicos (Memocracia o Víctor Rutty), de todo y de nada, que es lo que se hace cuando se está a gusto. 

Y la imagen (radiofónica) que se dibujaba de Burgos era la de un lugar burbujeante, con meneo, que había mirado a su tradición para lanzarla al futuro (nada más moderno que eso); un lugar con una escena artística que crece y se entremezcla como lleva sucediendo, por ejemplo, en Granada desde hace décadas.

Y, pensando, probablemente la razón de que diera esa impresión, además de los méritos propios, fue que no había ninguna voz institucional, ningún político con discurso aprendido, con mensaje de cartón hueco, con esa retórica que se prepara en un cursillo de fin de semana y que es la misma aquí o en Huelva. Y, la verdad, se agradece. 

Después de escuchar algo así, uno siente orgullo local, o como lo quiera llamar, y piensa que Burgos sí puede ser Capital Europea de la Cultura; vamos, que lo va a ser seguro. Porque, nos seguimos presentando, estamos a tope con el tema, ¿no? Hace tiempo que no se oye nada del asunto y no sé qué pensar. Y sería una pena dejar pasar este tren también, ¿no le parece? Salud y alegría.