Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Corrupción

25/02/2023

Jorge Fernández Díaz ha recibido una pésima noticia: la Fiscalía pide 15 de prisión para el exministro de Interior y algunos de sus principales colaboradores, entre ellos el equipo policial diseñado por el ex comisario Villarejo, el hombre más peligroso, y probablemente más corrupto, que trasiega por España.

No pierde oportunidad de desvelar el contenido de grabaciones escandalosas conseguidas ilegalmente y que han puesto en el punto de mira a políticos empresarios, periodistas, policías y al propio Rey Juan Carlos. Eso sí, es Villarejo quien elige los medios a los que entregar su información, la fecha, qué cintas se publican y cuáles siguen guardadas bajo llave, aunque la mayoría de ellas se encuentran ya en poder de quienes investigan desde hace años al controvertido ex comisario.

La petición de la fiscalía respecto a Fernández Díaz se basa en una operación de supuesto espionaje a Luis Bárcenas para intentar destruir pruebas relacionadas con uno de los casos de corrupción que implicaban a dirigentes del P. Un asunto serio, pero no se ha visto una reacción desmedida en el PSOE y en el gobierno, como ocurre cada vez que se produce alguna noticia relacionada con casos o presuntos casos de corrupción del PP; también al contrario, hay siempre reacción del PP ante casos de corrupción del PSOE.

Se comprende que los socialistas no hayan expresado su indignación: la decisión de la fiscalía coincide en el tiempo con el llamado caso Mediador, que implica al ex diputado socialista Bernardo Fuentes -ex desde hace unos días, obligado a dejar su escaño y el partido- en un caso de corrupción que se encuentra en pleno proceso de investigación, con implicaciones empresariales en Canarias y también en el propio grupo socialista del Congreso, que pueden derivar en imprevisibles consecuencias. Incluye grabaciones sórdidas, con las que es fácil destruir importantes biografías, a aparte de datos sobre trasiegos de dineros a cambio de favores empresariales y políticos que demuestran que en determinados centros de poder la limpieza brilla por su ausencia.

Para desgracia de los españoles y de quienes se dedican a la política en España, no son muchos los personajes corruptos pero alcanzan a toda clase de partidos. Contaminan a toda una clase social hoy injustamente desprestigiada, porque a pesar de los escándalos de corrupción es masiva la presencia de quienes se dedican a la política con vocación de servicio, y en muchos casos esa dedicación tiene un coste importante en sus ingresos y también en su vida familiar.

La única forma de luchar contra la imagen de corrupción que impregna la política es ser implacable con los culpables, no permitirles siquiera una segunda oportunidad. Y también sería necesario que se reaccionara de igual manera en iguales circunstancias: no siempre han recibido el mismo trato los encausados. Ni jurídica ni política ni periodísticamente.

La vida está llena de ejemplos, con silencios que suenan como gritos y gritos que claman en el desierto.