Concluida esta Semana Santa, tan pasada por agua y frío en nuestra comarca, toca volver a la rutina. Cada uno a su ritmo, pero sin pausa. Atrás quedan ya las procesiones, las torrijas y limonadas y los días de descanso. Ahora nos toca disfrutar de la recién estrenada primavera. Como sabemos en nuestra comarca, la primavera no suele mostrarse mucho, ya que pasamos del frío extremo al calor asfixiante.

De igual manera, la primavera nos muestra todo su esplendor a través de la floración de los árboles, de las flores, de las temidas alergias y de los aguaceros y tormentas, pero siempre después de ellos sale el sol y muchas veces podemos disfrutar de esos magníficos arcoíris. Por cierto, hoy se celebra el día mundial del Arcoíris. Que día más precioso, que nos demuestra que por muy oscuras que sean y se muestren las situaciones, con un poco de luz, se pueden ver de colores.

Me ha sorprendido mucho que se celebre este día a nivel mundial, ¡qué felicidad el poder disfrutar del arcoíris, de la luz, de la naturaleza…!

Pero para poder disfrutar de ella, también necesitamos lugares adecuados. En nuestra localidad, el GR-14 sigue mostrando tantísimas deficiencias, los caminos siguen sin estar arreglados correctamente, la iluminación es algunos lugares escasea… 

Es cierto que se están haciendo esfuerzos para mejorar las zonas verdes, lograr un equilibrio y respecto con la flora y la fauna de nuestro entorno (hay que reconocer el gran esfuerzo que con el programa CER, se ha llevado a cabo tanto por parte del Ayuntamiento como por la de las asociaciones implicadas) pero, muchas veces, esos esfuerzos no tienen el efecto esperado si nosotros no respetamos ni tomamos conciencia de ello.

Tenemos una responsabilidad como sociedad de dejar un mundo más sostenible, más humano y más respetuoso con el medio ambiente y, por lo tanto, con los animales. Nosotros vamos invadiendo su hábitat, no al revés.