El PSOE presentó el pasado viernes en el pleno municipal una idea que, por un momento, me alegró el día. Mientras realizaba afanoso las labores domésticas, escuché en la radio que los socialistas proponían crear ¡parques infantiles cubiertos en Burgos! Al oírlo, se me cayó lo que tenía en las manos y pensé (o grité, no recuerdo): «Dios, por fin alguien lo dice. ¿A qué coño estaban esperando?».
El que haya sido niño o padre en esta ciudad sabe de lo que hablo. Hablo de una tarde de sábado de noviembre con niños (de noviembre o de cuando quiera en el invierno infinito). Una de esas en las que anochece a las cinco y el termómetro no subirá de tres en todo el día . Habló de que hay que salir de casa para esquivar la locura y de que, por supuesto, no pasaremos la tarde en un centro comercial ni aunque nos obliguen. Hablo de que en un parque, a oscuras y bajo cero, no se puede estar por temor a la muerte y a la retirada (justificada) de la patria potestad por parte de las autoridades. ¿Alternativas entonces? El llanto.
Así que la idea de parques cubiertos suena a salvación, a progreso con mayúsculas, a tierra prometida; aunque habría que concretar. He buscado y me he leído en internet la propuesta completa y no queda claro si hablan de poner unos toldillos para el sol y la lluvia o algo en serio para el frío, que es la jugada; construir estructuras como un parque en el que estuve una vez (o tal vez lo haya soñado) en Pamplona, en lo que parecía una antigua estación de autobuses. Una maravilla.
En cualquier caso, da igual en qué consistía exactamente? la propuesta del PSOE, porque fue tumbada por la mayoría PP-Vox, que dijo que igual más adelante, ya se vería. La concejala que defendía el rechazo se ve que no es usuaria porque decía cosas (que en la radio sonaban casi a coña) como que es bueno estar al aire libre y que aquí no llueve tanto. Se nota que no ha rescatado a ningún niño/a de un tobogán o un columpio con la piel azul pitufo. El PSOE, por su parte, tampoco puede sacar pecho con el asunto: han estado gobernando cuatro años, ya podrían haber hecho ellos los parques cubiertos y cosechar la gloria. Era factible, no es reconstruir Notre Dame.
Así que, en estos tiempos de hartazgo de la política, y ante este panorama, comprometo mi voto al partido que ponga parques cubiertos de una vez, a poder ser cerrados y con calefacción. Las ideologías han muerto, amigo, sobrevivamos (bajo techo) al menos nosotros. Pero a darse prisa, que se me hacen los niños grandes. Salud y alegría.