La N-122 soporta un 10% más de tráfico pesado que la A-1

I.M.L./ Aranda de Duero
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Los puntos de mayor concentración de tránsito se sitúan en Vadocondes y Fuentecén, que superan los 5.000 vehículos de media diaria, mientras que la autovía tiene su nudo central en Aranda con casi 3.000

Tanto hacia el este como hacia el oeste, la concentración de camiones es habitual en el trazado de la N-122. - Foto: Alberto Rodrigo

Los usuarios habituales de la carretera N-122 a su paso por la comarca ribereña sufren a diario el importante tráfico pesado que soporta esta vía. Una situación que complica la circulación por esta espina dorsal de este a oeste de la Ribera y convierte en muy peligrosa esta carretera de doble sentido, que en esta zona lleva tres décadas esperando la necesaria conversión en autovía. Las cifras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible refrendan esta concentración de camiones, con una media que roza el 34% de todos los vehículos que transitan a diario por la N-122 entre Zuzones y Fuentecén. Un porcentaje que supera en más de diez puntos porcentuales la concentración de tráfico pesado en la A-1 en su recorrido ribereño, entre Oquillas al norte y Pardilla al sur.

Los puntos en los que mayor tráfico se registra en las estaciones de aforo que jalonan la N-122 son los más alejados en el trazado comarcal de esta carretera. Al este, Vadocondes ve pasar al día algo más de 5.000 vehículos, de los que 1.640 de media son de transporte pesado. Al oeste, los datos de aforo son aún mayores y en Fuentecén se contabilizan más de 5.200 vehículos, de los que 1.845 son camiones. 

De ahí que los cruces que dan acceso a estas dos localidades son dos de los puntos más peligrosos para la seguridad vial, con una larga lista de accidentes de tráfico sobre todo en el término municipal de Fuentecén. En esta localidad, además, hay una concurrida estación de servicio hace de imán para los camioneros, que a diario se enfrentan a un cruce de vías complicado para poder reincorporarse a la vía.

Estas cifras elevadas contrastan con las de la A-1 que, a pesar de ser un vía de alta capacidad con dos carriles por sentido, no se acerca ni de lejos a la carretera convencional que conecta Soria con Valladolid. Entre Oquillas y Pardilla, algo menos de una cuarta parte de los vehículos que atraviesan la Ribera del norte a sur son camiones, con una intensidad de tráfico muy cambiante que crece de norte a sur. Tanto es así que por Oquillas las estaciones de aforo oficiales contabilizaron una media de 24 vehículos diarios, de los que cinco son pesados, mientras que en Pardilla el conteo asciende a 969 la media del tráfico, con casi 200 camiones.

Ni siquiera en la capital de la comarca, donde se cruzan la N-122 y la A-1,  se rompen estas diferencias en lo que a concentración de tráfico pesado se refiere. Mientras en la carretera de Valladolid el porcentaje de tráfico pesado en territorio arandino es del 34,3%, en la autovía del Norte se registra a su paso por Aranda una media que roza el 25% entre las cuatro estaciones de aforo que sirven para registrar los datos de tráfico en la red nacional de carreteras.

Tráfico en comarcales. En la amplia red de carreteras que conectan las distintas localidades ribereña, hay un triángulo que mantiene desde hace diez años el título de ser la zona en la que más tráfico se registra. Se trata del que conecta Aranda con Quemada a través de la BU-925, y con Villanueva de Gumiel por la BU-910. Estos dos tramos de vía registran 2.600 y 2.489 vehículos al día de media, de los que la concentración de tráfico pesado es casi testimonial, con tres camiones por cada cien vehículos.

Otro de los puntos donde más tráfico se registra es la conexión con la A-1 en Villalba de Duero, con más de 3.870 vehículos, de los que un 17% son camiones.