En nuestra ciudad hay cosas que van mal, que no se enmiendan y que parecen no tener remedio. El Diario suele dar cuenta de ellas, sobre todo en infraestructuras, donde el desdén de los gobiernos centrales por Burgos es manifiesto, hiriente e inexplicable. Es obvio que no se trata de culpar a los demás, alguna parte de responsabilidad tendremos los de casa. 

Pero también hay cosas que salen bien porque se ha puesto en juego cooperación, voluntad y buen tino. Entre lo que merece la pena resaltar gira en torno a Atapuerca, uno de los tres activos sobresalientes que hacen de Burgos un referencia mundial reconocida. En el caso de Atapuerca se han concitado diversas voluntades que han contribuido a un buen trabajo continuado de mejoras hasta llegar a la realidad actual y, sobre todo, a una perspectiva de futuro cada vez más prometedor y esperanzador. Atapuerca es ya un hito imprescindible en la historia de la humanidad, en la capacidad de entender y explicar de dónde venimos.

Para que ese acierto y éxito se haya hecho posible cuenta que los directores del proyecto han sido los más competentes y leales a un proyecto que nació con mucha fe y pocos medios. Además, la complicidad de personas y entidades privadas que intuyeron que merecía la pena, que había potencial en las excavaciones y que tuvieron visión para empujar la iniciativa y dieron tiempo para lograr resultados tangibles.

Se celebra el XXV Aniversario de la creación de la Fundación Atapuerca, en la que Diario de Burgos jugó un papel decisivo, entendiendo que un periódico local además de informar de lo que ocurre debe estar comprometido con su comunidad. A la Fundación corresponde el mérito de haber creído en Atapuerca y haber suministrado recursos, especialmente en la primera fase del proyecto, cuando eran más las posibilidades que las realidades. 

La contribución pública y privada es un buen procedimiento para activar proyectos que solo por una de las iniciativas se quedan cortos y son lentos. Feliz Aniversario a la Fundación y a sus patronos porque han hecho una buena obra que Burgos debe agradecer (y copiar para desatascar otros proyectos que no arrancan).