Utilizo el concepto clásico de idiota, que no es otro que ignorante, el que no sabe. El vicepresidente de los EEUU (Vance) se mostró ante el presidente de Ucrania como un idiota, y mereció el reproche del ucraniano: «usted no ha estado allí», usted no sabe de lo que habla, es un idiota. El caso del jefe de Vance, el Gran Trump no puede ser el de un idiota; solo con leerse los informes diarios de la CIA, el presidente durante demasiados años (los de presidente y los de expresidente, al que también le proporciona información diaria) está obligado a salir de la zona de ignorancia; aunque quizá no los lea, y el narcisismo patológico que tiene diagnosticado Trump sea una rémora y explicación de su mal aprendizaje.
El número de mentiras en el que incurre Trump en cada intervención (también los trumpistas) es asombroso; tanto que en tiempos de normalidad no les escucharía casi nadie. Pero en tiempo turbulentos (los actuales) se les atiende incluso por sus más fervorosos adversarios. En la última solemne intervención de Trump, el 'discurso de la Unión' en el Capitolio los verificadores detectaron, al menos, 24 trolas gordas, demostrables y evidentes, típicas de las (ir)realidades alternativas, que es el concepto para enmascarar las mentiras.
Cabe concluir que hay mucha idiotez (ignorancia) en el discurso de estos personajes y de sus seguidores más entusiastas, pero también altas dosis de perversidad (ser malo para causar daño a terceros). Las decisiones para 'hacer grande América' entran en muchos casos en el ámbito de la perversidad. Perversa es la práctica arancelaria de Trump (pongo, quito, aplazo, aranceles); perversa es la ayuda al invasor Putin; perversa es la persecución y deportación de migrantes insuficientemente documentados; perversos son los juicios sobre el objetivo de la Unión Europea… demasiadas perversidades, a modo de inundación informativa para crear confusión y pavor. Son idiotas y perversos.
Hace 2088 años, en el Senado de Roma (que ya era Imperio) Cicerón pronunció unas palabras que han perdurado en la Memoria de la Historia: ¿Quousque tandem abutare Catilina patientia nostra? Valen para hoy, ¿hasta cuándo abusará Trump el mentiroso de la paciencia de los ciudadanos? Catilina fracasó y la historia no se repite… pero rima.