Licenciada en Periodismo como soy, admito no tener conocimientos sobre dirección y gestión de empresas. Pero no creo que haya un solo negocio en el que finalice un mes y el equipo directivo no tenga nada que tratar. Nada por hacer. Y hete aquí que, sin embargo, es lo que, al parecer, sucede en el Ayuntamiento de Burgos. Según denunció el PSOE el pasado martes, hoy iban a acudir a un Pleno en el que el equipo de gobierno, el bipartito formado por PP y Vox, no presenta ninguna propuesta. Es decir, que no hay qué aprobar, más allá de unas daciones de cuentas trimestrales que exige la legislación. Las iniciativas que se debatirán las ha presentado el PSOE. Ahora, huelga decir que por acudir a ese encuentro mensual ordinario cobrarán todos.
Un Ayuntamiento es una institución pública, pero la gestión debería aspirar a asemejarse al máximo a la privada. No hay papel suficiente en este ejemplar de periódico para detallar todos los hechos que evidencian que hace años que el Consistorio burgalés dista mucho de gozar de una gestión tan eficaz como la que persigue el sector privado, pero que ni siquiera haya interés por debatir ideas propias para aprobarlas después es el colmo de la desidia. ¿A qué se dedican nuestros corporativos, entonces?
Los periodistas, en general, sabemos poco de gestión, pero vamos a muchas ruedas de prensa. Y el Ayuntamiento es de las instituciones que convoca a diario. Aunque, también hay que decirlo, cada vez es más habitual que nos citen para leernos el programa de las fiestas del barrio equis, para presentarnos una nueva sesión de bailes o cualquier otro plan en la línea del 'pan y circo' que se está desarrollando últimamente en esta ciudad. Quiero pensar que es porque lo gordo lo reservan para más adelante y no porque se estén dedicando a pasar el rato, creídos de que no tienen nada por hacer.