Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


La droguería

21/06/2024

Llegado el mes de junio, ya tengo la reserva encendida. Así que en la recta final, lo único que me apetece es reírme de lo que sea. He encontrado dos asuntos que me han arrancado una sonrisa, aunque luego, analizados en profundidad, nos pueden llevar a otro sitio bien distinto.

Uno, es mi felicitación a todos aquellos que tienen perro y éste tiene síntomas de estar triste, apático, con desazón o lo que sea, porque ha nacido, y parece que con grandes posibilidades, otra profesión en este nuevo mundo: el psicólogo de perros. Al parecer, el mundo mascota no se ha parado en la moda o la peluquería, ahora ya hay tratamientos específicos para sus doloridas almas, cuestión normal si tenemos en cuenta que nos tienen que aguantar a nosotros, los humanos. Voy a significar que la primera vez que escuché esto, me reí y me gané una bronca y varias miradas de desaprobación, ahora he aprendido a tolerar esa imperiosa y extraña necesidad de arreglar a nuestras mascotas antes que nuestras vidas. Pero en el fondo de mi ser, no puedo dejar de pensar que algo debe de ir fatal, cuando hay medios para proporcionar a nuestros perros un psicólogo, y sin embargo, no somos capaces de conseguir más equipos sicosociales para los juzgados, donde tanta falta hacen. 

Y la otra noticia que me tiene loca es un estudio de una universidad sueca que ha hallado 61 drogas diferentes en las aguas de ríos de cien países, donde han encontrado niveles de medicamento que exceden lo que se considera seguro para la salud ecológica. Las consecuencias son tremendas, los peces expuestos a anticonceptivos están feminizados y tienen un grave deterioro reproductivo, otros sufren ansiedad después de estar expuestos a niveles de cafeína y antibióticos, las truchas se están volviendo adictas a la metanfetamina, o, como en el caso de la perca europea, que debido a los medicamentos para la depresión a los que está expuesta, ha perdido el miedo a los depredadores y se cree Rambo. Tal vez sea lo que les pasa a las orcas que están muy raritas, o lo que les viene pasando a las ballenas cuando deciden acabar con sus vidas. Parece cada vez más claro, que los papeles se cambian y los animales somos nosotros.