El inicio de curso nos ha traído una novedad que suena bien, y está dando que hablar. El Ayuntamiento ha presentado el 'Plan de talento Burgos 24-35'. El objetivo es crear, fijar y atraer talento en Burgos. Nada menos. Y para conseguirlo se marcan cinco líneas de actuación: formación, empleo, ocio, vivienda asequible y calidad de vida. Casi nada!
Afortunadamente Burgos no parte de cero, ya que el dinamismo industrial de la ciudad no ha surgido de la nada, sino que es el resultado de muchas personas que desde hace ya tiempo pusieron su talento a trabajar. Hablar de talento es en definitiva hablar de personas de valía que aportan a la sociedad lo mejor de sí mismos en cada ámbito concreto en el que trabajan.
Pero es evidente que el objetivo es muy complejo. En las propias páginas del Diario estos días ya se han puesto sobre la mesa situaciones difíciles de revertir, como la fuga de titulados de ingeniería de nuestra universidad, o las dificultades de los estudiantes para encontrar un piso en alquiler. Como difícil es también conseguir que Burgos sea atractiva para los jóvenes, lo que precisa una buena oferta cultural y de ocio.
Un aspecto que me parece crucial aprovechar es el avance imparable del teletrabajo, hasta el punto de que ya se ha puesto nombre a la nueva figura del 'nómada digital. Los que pueden disfrutar de esta modalidad de vida tienen ya una gran movilidad y flexibilidad y van a poder elegir su lugar de residencia en función de las ventajas que encuentren en cada caso y de la calidad de vida que cada lugar ofrezca. Y es ahí donde nuestra ciudad puede hacer valer su atractivo de ciudad media y su indudable calidad ambiental, comodidad, etc… En este sentido, una de las propuestas del Plan que me parece más acertada es la de implantar en el futuro edificio del Mercado Norte un amplio espacio de coworking donde ofrecer un lugar de trabajo flexible y atractivo para esas personas nómadas portadoras de talento. El sitio es inmejorable, en la frontera entre el centro histórico y el ensanche, en pleno centro de actividad vital de la ciudad y muy bien comunicado por transporte público. El futuro edificio del mercado cuenta con amplios espacios en las plantas superiores que hasta ahora no tenían asignado un uso específico, donde pueden encajar muy bien estos usos para generar un entorno colaborativo, y a ello puede también contribuir la gran actividad de todo tipo que se genera en torno al uso comercial. Después de tantas dudas y palos de ciego alrededor del Mercado Norte, se agradece por fin una idea potente que sea capaz de impulsar este equipamiento. El reto es muy ambicioso, pero este tipo de decisiones estratégicas son necesarias para avanzar. A ver ahora si la máquina administrativa municipal es capaz de poner en marcha esta iniciativa con una cierta agilidad…