Algo está cambiando en la mentalidad de la conservación de nuestro ingente Patrimonio Artístico. Si bien es cierto que la mayor responsabilidad en su mantenimiento compete a sus propietarios y a las instituciones públicas responsables de la gestión patrimonial, también hemos de recordar la imposibilidad que aquellos tienen, en muchos casos, para satisfacer todas las necesidades de intervención y la dificultad de estas para implementar políticas inversoras en este campo. Entra aquí en juego eso que hemos denominado como la sociedad civil que, en los últimos tiempos, se encuentra cada vez más concienciada con la preservación de sus señas de identidad patrimoniales y que, a la par de exigir a propietarios y administraciones sus responsabilidades pone en marcha iniciativas de consecución de fondos para iniciar campañas de mejora, restauración y difusión. Localidades como Cardeñuela de Río Pico, Quintanilla de Riofresno o Fuenteodra, entre otras y con el apoyo de Hispania Nostra que no solo se ocupa de incorporar bienes históricos en su famosa Lista Roja, han logrado éxitos impensables en otros tiempos.
Vuelve ahora a estar en el candelero la impresionante iglesia parroquial de Villamorón que, junto a la no muy lejana parroquia de Grijalba, forma uno de los conjuntos de la arquitectura gótica burgalesa más importantes en nuestra región. Casi 30 años -desde 1994- lleva declarado Bien de Interés Cultural este singular conjunto arquitectónico que ha pasado por distintos momentos desde entonces. Fue en 2009-2010 cuando se logró evitar lo peor merced a una importante inversión pública de la Junta de Castilla y León, pero desde entonces poco más se ha hecho, volviendo a ser la situación en estos momentos si no preocupante sí de alerta. Una dificultad añadida presenta la conservación de este templo y se deriva de la inexistencia de vecinos y de culto. Por fortuna la activa Asociación de Amigos de Villamorón no ceja en su trabajo en pro de este monumento y ha lanzado una exitosa campaña de micromecenazgo con el apoyo de Hispania Nostra para su recuperación. Buen ejemplo el de esta localidad, al que todos nos podemos sumar, en favor de uno de nuestros más importantes edificios medievales cuya pérdida no nos perdonarían las siguientes generaciones.