Cristina García Benedicte

Plaza Mayor

Cristina García Benedicte


En los pueblos, mejor vendido que hundido

29/10/2024

Una vez escuché decir a la abuela de un amigo que prefería que su casa del pueblo se hundiese antes de que alguna otra persona la ocupase. Ese día me di cuenta de que, a veces, inconscientemente, los peores enemigos para frenar la despoblación somos nosotros mismos. 

Queremos que haya un relevo y que nuestros pueblos no mueran, pero a la vez miramos con recelo a aquellas personas que han decidido buscar su sitio en el mundo rural y están intentando encontrar algún espacio que comprar o alquilar. Si no vendemos, nos estamos poniendo palos en las ruedas. No sé si es algo intrínseco en el carácter castellano o simplemente algo heredado de nuestros abuelos que tanto pelearon por tener un trozo de tierra propia, pero si no cambiamos la mentalidad nos vamos a convertir en cómplices de esta tendencia que mata a lo rural.

Un ejercicio interesante que os invito a hacer es pasear un día cualquiera por vuestros municipios y observar lo que hay alrededor. ¿Por qué no se venden esas casas viejas deshabitadas, cocheras inutilizadas, corrales hundidos o solares totalmente vacíos? ¿No se podrían convertir en viviendas para que una persona, una pareja o una familia se pudieran instalar en ellas? ¿Tanto cariño le tenemos a un trozo de tierra que no utilizamos?

Debemos parar y pensar, es el momento de que empecemos a mirarnos a nosotros mismos como solución del problema, porque, más allá de las actuaciones que se puedan realizar desde la administración (muy necesarias, por otro lado), somos quienes tenemos la llave del futuro de nuestros pueblos. Vamos a empezar a mirar a esos nuevos vecinos como aliados y no como enemigos que quieren quitarnos lo que nos pertenece.

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