Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Responsables y competentes

08/11/2024

Habíamos comprobado durante la pandemia que no somos nadie y que al más mínimo incidente estamos tan perdidos como cualquier otro animalillo. Así, simplemente con que la naturaleza quiera poner las cosas en su sitio, nosotros -la humanidad- solo podemos adaptarnos a lo que venga e intentar sobrevivir. Lo que parece que no se nos da demasiado bien, tal vez porque hace tiempo que nos creemos infalibles.

Después de ver el comportamiento de quienes tienen que darnos ejemplo y deben ser resolutivos ante los problemas, es normal que la propia naturaleza se plantee la desaparición de una especie tan degradada y tan falta de todo. Poco nos va distinguiendo de los animales, tal vez por eso prefiramos los perros a los niños, o las máquinas a nuestro vecino. Y por eso, en vez de unirnos y trabajar todos los géneros y razas remando en la misma dirección, dejándonos de pamplinas y postureos, lo que se ha conseguido es generar abismos infranqueables.

En la práctica, nos sobra tantísima gente mandando y haciéndolo rematadamente mal y nos falta un liderazgo efectivo y que nos traslade confianza y respeto. Por eso, ver a los Reyes permanecer y quedarse ante el conflicto y la desesperación, haciendo frente a una situación terrible mientras otros salían huyendo, ha sido una visión de lo más desconcertante, pero también tranquilizadora, al menos alguien, pase lo que pase, no huye, sino que se enfrenta al problema.

Y volviendo a lo de que sobra gente mandando, me parece casi necesario, para optimizar gastos y para poder determinar quién es competente y tiene responsabilidad, que nos planteemos la desaparición de alguna de las administraciones. Lo digo en serio, hace ya tiempo que no tengo ni idea de cuál es exactamente el objetivo de las comunidades autónomas, solo veo cómo nos separan y generan gravísimas diferencias de carácter económico y social, complicando temas tan sensibles como la sanidad o los impuestos. Al final, solo parecen ser útiles como empresas de colocación. Y si no, que se lo pregunten a los ya olvidados ciudadanos de Lorca y a los isleños de La Palma, que siguen esperando soluciones y responsabilidades, lo que me temo se repetirá con los valencianos.