Vaya lío que deben tener los más pequeños este año. Hasta las Navidades se han complicado, seguramente para bien, porque se duplican y hasta triplican las posibilidades de pedir y llegar a recibir regalos.
He podido saber que en estas Navidades se hacen la competencia por llegar a tiempo los elfos, Papa Noel y hasta los renos. Más rezagados, pero siempre en su plazo, hoy cinco de enero, volverán los Reyes Magos de Oriente a nuestras casas para dejar la ilusión y la magia. He podido ver que esta es una costumbre casi única de nuestra cultura y País.
Debe ser por eso que yo me quedo con nuestros Reyes Magos, siempre ha sido mi fecha favorita de las Navidades y la que celebro por todo lo alto. El resto de las Navidades me dejan dosis de nostalgia y de felicidad a partes iguales. Con la aparición y consolidación de estos nuevos protagonistas que llegan del frío y de otras culturas para hacer la competencia a los Reyes, en algún momento he llegado a tener dudas sobre a quién debía escribir mi carta. Sin embargo, me mantengo firme con los Reyes Magos de Oriente.
Desde luego me han dado algunas de las noches más increíbles de mi infancia. Imposible olvidar los nervios que no te dejaban dormir y la espera del amanecer que nunca llegaba, todo ello hasta que alguno de los peques de la casa, en un alarde de valentía, recorría aquel pasillo que parecía interminable hasta el salón, donde descubría un sinfín de papeles de regalo y lazos, y ya sin esperar más, como si de una norma no escrita se tratara, se lanzaba a buscar a los refuerzos para volver acompañado a semejante universo de felicidad.
Aquella sensación de descubrir y vivir con mis hermanos la magia de la Navidad no la olvidaré nunca y hoy daría cualquier cosa por repetirlo, pero quizás lo más increíble era que en ese momento no importaba lo que había debajo o dentro de los lazos y papeles, solo importaba que la magia había entrado en nuestra casa y se había comido el turrón y bebido el licor.
Pero como la felicidad es pasajera y más cuando es de esta intensidad, mayores y niños volveremos pronto a la rutina, pero mientras, disfrutemos de tanta emoción venga del norte o de oriente.