El 9 de junio se celebran en España los comicios en los que elegiremos a los 61 eurodiputados que representarán a nuestro país en el Parlamento Europeo durante los próximos cinco años. A menos de dos meses para la cita, los resultados del Eurobarómetro del mes de abril indican que se ha producido, tanto en España como en el resto de los países miembros de la Unión Europea, un notable aumento de la intención de voto y del interés por esta convocatoria. No pongo en duda que sea así pero, preguntando en la calle, pocos son los que se acuerdan de que este año toca votar y menos los que saben la fecha concreta en que debemos acudir a las urnas. No me parece extraño, dado que, en nuestro país, siempre ha habido un alto grado de desconocimiento de las instituciones europeas, a pesar de que las decisiones que emanan de ellas cada vez pesan más en nuestro día a día.
Por los resultados de la encuesta sabemos que, desde las últimas elecciones, celebradas en 2019, ha crecido en un diez por ciento el número de europeos con intención de votar, hasta alcanzar el 71%, incremento que también se da en nuestro país a pesar de que somos de los que más hemos reducido nuestra percepción positiva de la Unión Europea, aunque reconozcamos, por encima de la media, que nos hemos beneficiado por pertenecer a ella. Por lo que respecta a los asuntos que más nos preocupan a los españoles, el primero aparece la sanidad pública, seguido por la lucha contra la exclusión social, los asuntos referentes al apoyo a la economía y a la creación de empleo y, como no podía ser de otra manera tras las recientes movilizaciones del sector agrario, el futuro de la PAC.
No podemos perder de vista que cada vez es mayor el número de normas que se integran en nuestro ordenamiento que proceden de Europa y que afectan de forma directa a temas tan importantes como el medio ambiente, las migraciones, las políticas sociales o el derecho de los consumidores, entre los muchos asuntos que tienen un alto impacto en nuestras vidas, más del que creemos. Por eso es importante que dejemos de ver a Europa como algo lejano y pongamos mayor interés en informarnos de cuáles son los temas prioritarios para cada uno de los partidos que concurren, asegurándonos de que su opinión se ajuste a la que queremos que expresen en el órgano que representa a 450 millones de ciudadanos porque lo que decidan será nuestro futuro.