Poco más de diez minutos han tardado en liberar la plaza del Cid los asistentes a la manifestación del 8M, mucho menos concurrida que en las históricas convocatorias de 2018 y 2019, cuando se sumaron más de 7.000 personas.
El ambiente también es menos festivo y, casualidad o no, dado que el orden de salida suele determinarlo la Coordinadora Feminista, la pancarta de Podemos - 'Sin consentimiento es violación. Solo sí es sí' - va separada de la cabecera y aglutina a menos gente que en anteriores ediciones.
'De Norte a Sur, de Este a Oeste', 'Esta batalla la vamos a ganar', 'Sola o borracha, quiero llegar a casa' o 'No es no y lo demás es violación' son algunas de las consignas que van cantando los asistentes hacia la Plaza Mayor, donde está previsto que se lea el manifiesto.
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