El pasado día 25 de junio tuvo lugar el acto de fin de curso de la Institución Fernán González en Villegas y Villamorón. Ambas son pequeñísimas localidades, que forman un mismo ayuntamiento, de esa España que hemos venido a denominar vaciada. En efecto, en Villamorón ya no vive nadie y en Villegas apenas 30 personas. Estos dos pueblos tienen dos de las más importantes iglesias góticas de Burgos. Podría pensarse que el destino de estos notables monumentos no es muy alentador a raíz de su situación poblacional. Sin embargo, no hay más que acercarse a los mismos para ver el enorme compromiso que tienen no solo los habitantes de este municipio sino también otras muchas gentes en relación con estos templos. Las dos asociaciones que han surgido para poner en marcha su restauración, que llevan lustros trabajando, han desarrollado una magnífica labor que los ha salvado de la ruina y que sigue trabajando por su promoción y mejora. Las personas que han impulsado estas actuaciones han marcado, en gran medida, una de las rutas a seguir si queremos que el naufragio demográfico no vaya acompañado de un naufragio patrimonial.
Ese acto del día 25, organizado por la Institución Fernán González, supuso una reactivación del optimismo. Más de 150 personas se reunieron en Villamorón representando a asociaciones locales como las de Fuenteodra, Terradillos de Sedano, Rioseco, etc., todas ellas implicadas en la defensa de sus respectivos patrimonios. También estuvo presente Hispania Nostra, que se ha convertido en un magnífico colaborador en estos procesos de recuperación de edificios y de bienes muebles. Su vicepresidente indicó que la provincia de Burgos puede preciarse de tener uno de los tejidos asociativos en pro del patrimonio más importantes de España. Son muchos los problemas que tiene nuestro legado histórico de cara a su mantenimiento y sería ingenuo pensar que será fácil dar soluciones. Pero creo que estos movimientos asociativos locales que van de abajo a arriba y que, junto a la exigencia a las administraciones de sus responsabilidades tienen una clara vocación por el trabajo altruista entre sus gentes, son en gran medida una de las esperanzas para la perpetuación de nuestra herencia.