La salud mental se ha convertido en uno de los principales asuntos que nos afectan como individuos y como sociedad. En campaña electoral, el partido en el gobierno prometía aumentar los recursos destinados a hacer frente a este problema, derivado en gran medida del estilo de vida actual, las prisas, la presión laboral y otros muchos factores que nos afectan cada vez más. En el mismo sentido se manifestaban diferentes responsables autonómicos, pero la realidad es que a día de hoy los recursos de la sanidad pública siguen siendo más que insuficientes para atender la avalancha de pacientes que necesitan de la ayuda de psiquiatras y psicólogos, que reciben como respuesta, en el peor de los casos, citas que nunca llegan y, en el mejor, esperas inadmisibles, teniendo en cuenta que se trata de enfermedades que necesitan, la mayoría de las veces, una atención rápida que sólo se consigue si tienes la capacidad económica para costearte un profesional privado. 

Los nuevos problemas se unen a otros que llevan tiempo con nosotros y que siguen ahí, aunque ya no oigamos hablar de ellos. Es el caso de los 'Trastornos de la Conducta Alimentaria', la anorexia y la bulimia, que hace unos años acaparaban titulares y horas en televisión. Ahora no, a pesar de que cada día afectan a más personas, cada vez a una edad más temprana y de que se ven agravados por el uso creciente de internet y las redes sociales. El tema lo han vuelto a poner sobre la mesa los responsables de la Asociación de Familiares de Anorexia y Bulimia de Burgos que se encuentran en busca de apoyos para que se construya en nuestra ciudad un centro de día, que podría convertirse en referencia en Castilla y León donde no existe ninguno de este tipo, destinado a la atención de las personas afectadas por estas enfermedades. El proyecto, lo tienen. Lo ha redactado, en su trabajo de fin de grado, una antigua usuaria de la asociación que ya ha superado la enfermedad y sería un recurso muy útil para evitar ingresos y ayudar a los enfermos tras el alta. Con el trabajo hecho, el primer apoyo se lo han pedido al subdelegado del gobierno en nuestra ciudad, con quien se reunían hace unos días. Ahora solo falta que funcione la voluntad política para que se materialicen las promesas electorales. Esta es, sin duda, una buena ocasión.