Estamos en la era de la información y las comunicaciones, donde se habla sin reparos de la democracia directa mediante las aplicaciones vinculadas a las redes sociales. Esa ensoñación de la participación en todas las decisiones con trascendencia en nuestras vidas de forma directa y constante adolece de una premisa contundente, que es la de disponer de información y criterio. Durante muchos meses, todos los medios de comunicación abrían sus noticiarios con la variación en puntos básicos de la prima de riesgo de nuestro país. ¿Alguien conoce hoy cuál es la prima de riesgo de España? O ¿conocen el interés efectivo de las emisiones de deuda actuales en comparación con aquellas que se produjeron con la prima de riesgo en máximos? Evidentemente no, porque no aparecen en nuestras noticias y por ello no son menos importantes para nuestra economía.
Para aquellos curiosos, los tipos de interés efectivo de emisión de deuda pública del año 2023 fueron muy parecidos a los que se pagaron en los momentos en los que la prima de riesgo de España estuvo en máximos y sin embargo a nadie le preocupa. Es cierto que el Banco Central Europeo ha consorciado el riesgo con sus famosas medidas de estímulo monetario y esto ha hecho que aunque los tipos de interés hayan subido lo hayan hecho de una forma homogénea en la unión monetaria.
En las últimas semanas, el Banco Central Europeo está preparando el terreno para no decepcionar a nadie, diciendo que la inflación empieza a estar bajo control y en breve bajará los tipos de interés. De este modo contenta a aquellos que creen que todavía es pronto porque la tendencia es débil y a los que defienden que es el momento de recortar los tipos para conseguir un mayor crecimiento en la eurozona. Y así, vemos como ya se han producido descuentos adelantados en el Euríbor y en las subastas de deuda pública que anticipan este movimiento. ¿Tendrán razón aquellos que vaticinan un descenso en junio y otro en julio?, por supuesto ambos de un cuarto de punto. Tendremos que esperar, puesto que la coyuntura geopolítica actual hace poco previsible el futuro más próximo.