Desde este viernes día 3 y hasta el domingo día 5 tendrá lugar en el Monasterio de San Juan la octava edición de Librarte, feria del libro artístico. Es esta una de esas iniciativas construidas de manera artesanal, con medios ajustados, con enorme esfuerzo y con evidentes buenos resultados, y que puede considerarse como una de las citas más interesantes del panorama cultural burgalés primaveral. Para quienes no hayan visitado esta feria en ediciones anteriores, he de decirles que Librarte es un encuentro en el que se reúnen algunos de los más importantes artistas españoles y editoriales de pequeño tamaño que tienen al libro como soporte de producciones definidas por sus caracteres artísticos. Desde creaciones únicas hasta cuidadísimas ediciones bellamente ilustradas, el recorrido por los expositores presentes en esta muestra ha sido en todas las ediciones anteriores un encuentro continuo con la sensibilidad y la originalidad. 

Por otro lado, a través de la visita a esta feria podemos comprobar que es factible el acceso al coleccionismo artístico a través del libro como soporte sin extraordinarios dispendios económicos, contribuyendo a desechar la idea de que el arte está sólo al alcance de grandes fortunas.

En estos momentos de plena globalización y en los que las ofertas culturales pueden tender a ser homogéneas en todas las ciudades, Librarte se plantea como una apuesta específica de Burgos, siendo capaz de atraer a nuestra población no sólo a los expositores sino también a los profesionales y amantes del libro artístico. 

Me consta que en estos ambientes nuestra población ya se ha convertido en un referente a nivel nacional. Por fortuna, esta convocatoria no ha sido flor de un día, como a veces ocurre con otras iniciativas a las que no damos tiempo a consolidarse. En ello han tenido que ver mucho sus promotoras y también el apoyo institucional del Ayuntamiento, que ha sabido entender que esta apuesta podría acabar por convertirse en una referencia singular de nuestro calendario cultural. 

Si pueden, no dejen de recorrer el monasterio de San Juan el próximo fin de semana, y si no han acudido en otras ediciones, casi con toda seguridad quedarán sorprendidos.