Diego Pérez Luengo

Plaza Mayor

Diego Pérez Luengo


Pequeños gigantes

04/06/2024

Les echaré de menos, de eso estoy seguro. Todo empezó por un cruce casual de caminos que me destinó a emplear dos horas semanales para encargarme de un grupo de 13 niños de entre 6 y 8 años. Yo no sabía dónde iba con eso, y mucho menos qué íbamos a hacer en el tiempo que duraba cada entrenamiento de baloncesto. Pero empecé a entrar en su mundo y ahora podría decir que, pese a que he intentado inculcarles lo poco que sé sobre el deporte de la canasta, he aprendido yo más de ellos que ellos de mí.

Porque créanme que es un desafío imponente. Los niños son exigentes. Te miran con lupa y analizan cada uno de tus movimientos pensando en cuál es el óptimo para guardar y adoptar el día de mañana. Son un drenaje del conocimiento. Claro que eso también implica tener que transformarte una vez cruzas la puerta del colegio y abandonar las palabras malsonantes que se cuelan en tu día a día. Si se te escapa alguna, ellos conservan el valor de la pureza, para echarte en cara que esas palabras no se dicen allí.

He de reconocer que se me han escapado dos a lo largo del curso, pero los inquisidores de la inocencia se han encargado de hacérmelas pagar con un perdón. También me han enseñado que hay una etapa de nuestras vidas que se repite sea de la generación que seas. Ya fueran mis abuelos, creciendo con una guerra alrededor, o la mía, a la que la esperaba el infortunio de los medios digitales para distanciarnos con la realidad, hay un lapso de tiempo en el que los juegos de manos, las canciones de siempre o las reglas no escritas de entretenimientos olímpicos, sirven para poner en valor el seguro de lo que debería ser la infancia: una travesía despreocupada de descubrimientos constantes.

Eso por no olvidar las sonrisas picarescas, las pequeñas trampas que algún día se colaban, los berrinches puntuales o las confesiones más descaradas en busca de un castigo ejemplar. Aunque también he tenido que reforzar mis dotes de paciencia, estos niños me han dado una lección de vida que ojalá algún día les pueda devolver.

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