Martín García Barbadillo

Jueves sí, jueves no

Martín García Barbadillo


Lo de siempre de lo de siempre

18/12/2023

Hoy es el último lunes de este año que se publica la edición en papel de este diario y parecía feo terminar 2023 en este rincón sin hablar del centro de salud del Silo. No es que haya nada que decir, mucho menos aquí  que hemos propuesto desde contratar un chamán para librar a la obra del maleficio que le persigue hasta colocar al que esto escribe como jefe del tinglado a pesar de su nula capacitación en ese campo (y en muchos otros). 

Es cierto que, en los últimos días, este periódico ha publicado dos noticias relativas a este asunto, pero suponen lo mismo que las cien anteriores, lo de siempre, nada de nada. La primera hacía referencia a que vencía el plazo dado por la Junta para convocar el nuevo concurso y adjudicar lo que queda de la obra (casi todo) a un nueva empresa. Y no sucedió, el concurso no fue convocado; pura rutina. La segunda,  explicaba que el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León iba a autorizar el gasto de seis millones de euros para concluir la obra. «Este movimiento es necesario para poder convocar un nuevo concurso y contratar a la empresa que retome y finalice los trabajos», decía la información.  El concurso que prometieron convocar antes de  octubre de este año, el mismo del que hablaba la primera información; puro papeleo, más nada de nada...?

Y así acaba el año en un mundo inestable y en permanente cambio en el que casi no quedan certezas. A mí apenas se me ocurren dos: que mañana amanecerá después de la noche (y veremos), y que cuando termine el próximo año, 2024, el centro de Salud del Silo no estará terminado (eso es seguro).  La única duda pasa por saber si en los próximos doce meses se reanudarán al menos las obras: si alguien con buzo y herramientas se acercará por el lugar y levantará metros de pladur, alicatará baños, extenderá praderas de baldosa, enfoscará paredes, tirará hileras de cables y tubos... 
Ya no se oye hablar de plazos,  ni se molestan. Nadie promete nada en este asunto, en realidad pequeño, que es una metáfora perfecta de tantas cosas, un espejo deformante que nos devuelve la imagen real de lo que somos. Aquí estaremos, insistiendo, con la perplejidad del primer día. No lo dude.

Salud y alegría.