Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Envenenar la convivencia

19/06/2024

Continúo indignada tras la rueda de prensa protagonizada por el concejal de Seguridad Ciudadana y el vicealcalde del Ayuntamiento de Burgos, ambos de Vox, anunciando su intención de poner en marcha un dispositivo para perseguir inmigrantes 'ilegales' que viven en la ciudad. Tanta fue la impresión que tuve que fijarme atentamente en la fecha de la noticia para descartar que se tratara de un diario atrasado de décadas pasadas. No estaba del todo desencaminada, en la fecha iba la clave, porque unos días después se celebraban las elecciones al Parlamento Europeo y, otra vez, la ultraderecha trataba de confundir a la población desinformada, mintiendo y dejando ver el racismo y la xenofobia de la que hacen gala sin ningún pudor en su intento por criminalizar, en este caso, a los extranjeros en situación irregular. 

Sería grave, como para cuestionar también por ello que merezcan ocupar ese puesto, que dos concejales del Ayuntamiento desconozcan a estas alturas el funcionamiento del padrón municipal que, por ley, debe recoger los datos de todos los habitantes independientemente de su situación. O que no sepan que, en ningún caso, pueden dar instrucciones a los servicios sociales o a la Policía Local para que se dedique a pedir documentación o presentarse en la casa de cualquiera porque en materia de extranjería la competencia es del Ministerio del Interior. Y lo que es aún peor, que les parezca buena idea poner en marcha un buzón de denuncias anónimas para que los ciudadanos reporten casos sospechosos. No se me ocurre mejor manera de envenenar la convivencia. Pero claro, para algunos todo vale para conseguir votos, incluso mentir para hacer ver peligros imaginarios de los que solo ellos nos saben defender. Es el caso del hipotético aumento de los casos de delincuencia protagonizados por inmigrantes en esta situación a la que siempre alude el señor García Gallardo o el de las presuntas ayudas periódicas que cobran, que mencionaban los ediles burgaleses, por supuesto, sin el aval de datos ni pruebas.

Los concejales dicen que contaban con vía libre por parte de sus socios del PP. Podría ser una mentira más; el caso es que tampoco tranquiliza que la alcaldesa no saliera en el minuto uno a rechazar de forma tajante semejantes despropósitos.