El Congreso de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (UISPP) es un hito científico que concentra estos días a 1.600 investigadores de todo el mundo. La elección de Burgos como sede, después de sesenta años sin que España acogiera el congreso, no ha sido casual. Los yacimientos de Atapuerca, el trabajo del Equipo de Investigación y el de la Fundación sobre la que se asienta el proyecto han sido fundamentales para hacer de Burgos un referente mundial en el estudio de la evolución humana.
Así lo veía ayer el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la inauguración del congreso. En un aula magna con el aforo completo y ante las autoridades regionales, locales y provinciales, los organizadores del congreso alabaron el papel de la ciudad y el de Atapuerca en la apertura de un encuentro que «va a cambiar la perspectiva que se tiene de Burgos en el mundo», tal y como sugirió Jean Bourgeois, presidente de la UISPP.
Tras las palabras de bienvenida del rector de la Universidad de Burgos y anfitrión, Alfonso Murillo, y las del presidente del congreso, Emiliano Aguirre (que, por cierto, se llevó la ovación más intensa), el secretario general Luiz Oosterbeek recalcaba la elección de la provincia por sus yacimientos y por haber logrado los recursos para crear el Cenieh (Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana) y el Museo de la Evolución Humana como centros de divulgación.
Ese mensaje fue el que también quiso recalcar el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, al hablar de lo que significa que la ciudad acoja el congreso y del papel que en todo ello tiene Atapuerca: «No podemos olvidar los factores humanos que han contribuido hacer de Burgos una referencia: el compromiso de los investigadores, el apoyo de la sociedad civil y el de las instituciones que, junto a particulares y empresas, han ayudado a sentir como propio este proyecto».
La suma de ese trabajo, que iniciara Emiliano Aguirre en 1976, ha hecho que Atapuerca se convierta «en un signo y en un referente de la identidad de la Comunidad, utilizado como palanca del futuro. El proyecto Atapuerca es una apuesta por la excelencia con traducción material y económica que se está convirtiendo en un motor real de progreso y de dinamización económica para Burgos y para la Comunidad, precisamente en unos momentos de crisis que reclaman modelos nuevos, estables y sostenibles».
Uno de esos modelos es, según el presidente de la Junta, «la gestión y difusión del patrimonio como un instrumento real con el poner en marcha nuevas actividades generadoras de empleo de calidad y no deslocalizables vinculadas a la gestión museística, a la investigación científica, a la restauración y el turismo de calidad». Con todo esto junto al contenido científico del proyecto, Atapuerca «se ha convertido en una auténtica industria cultural avalada con más de 1.600.000 visitantes que el Sistema Atapuerca ha recibido desde su puesta en marcha en 2010».
Para Herrera el congreso que ayer quedó inaugurado en el Hospital del Rey de la UBU se convertirá «en uno de esos magníficos hitos, eslabones y momentos brillantes del gran proyecto científico y cultural que es Atapuerca y le confirmará como un referente mundial en investigación paleontológica y de la evolución humana que sustenta también esa importante dimensión económica».