En los últimos días se había especulado con la posibilidad de que el padre de Neymar pagara la fianza de un millón de euros para que Dani Alves pudiera salir de la cárcel, donde cumple condena por violación. Ante el revuelo causado, lo desmintió, pero yo creo que pronto aparecerá otro que lo abone.

No es esta la única noticia vinculada al fútbol que merece estar en las páginas de sucesos en lugar de en las de deportes. La Guardia Civil ha registrado la Federación, cuya misión es organizar, reglamentar, proteger y desarrollar el fútbol y sus especialidades en el ámbito estatal favoreciendo los hábitos saludables, la integración social y la igualdad a través de la práctica deportiva del fútbol, según su página web, y la casa de Luis Rubiales -el señor al que vimos agredir a una mujer en directo, mientras él está en la República Dominicana- buscando contratos irregulares con Arabia Saudí. Otro país maravilloso para las mujeres y las personas que no creen en los impuestos. 

El fútbol se ha convertido en el deporte favorito de esos países en los que los derechos humanos se barren debajo de la alfombra roja de sus palacios de mármol y oro, un lavado de cara tan grande, que, si eres rey emérito y no te va bien vivir en tu patria, es aceptable mudarte a uno de ellos.

Pero oigan, salimos a la calle y los niños siguen llevando las camisetas, seguimos quedando para ver los partidos, en los estadios y en los bares, e incluso pagamos un auténtico dineral para verlos en casa. Y, por supuesto, las grandes marcas siguen apareciendo en la lista de patrocinadores de la Liga, los equipos, las competiciones internacionales, los jugadores en particular. Marcas como Adidas, Iberia, Halcón Viajes, Sanitas y Seur siguen apareciendo en la web de la RFEF como patrocinadores de la selección, y EA Sports, Puma, Mahou, y cómo no, Visit Saudi en la de LaLiga, donde también está Panini, la de los cromos de los niños.

Los podría poner a caldo como cómplices de un negocio corrupto que se reparte su dinero, que también, pero si obtienen beneficio es porque lo seguimos viendo. Que luego me vengan con sus valores de marca y sus responsabilidades sociales corporativas, que la hipocresía suya y nuestra seguirá cantando gol este domingo en el Carrusel Deportivo de turno.