Claudia Vicente

A vuelapluma

Claudia Vicente


El pañal

31/05/2024

Esta semana que las swifties de todo el mundo han estado moviendo la economía de Madrid, que quien haya escuchado a Almeida -el señor que ha pisado por primera vez el supermercado después de su viaje de novios- pensará que es la economía de España entera, nos hemos hartado de ver análisis de los dineros que se han gastado las fans en los conciertos. 20 millones solo en hostelería le echan. Y, me pregunto yo, ¿de qué se sorprenden esos señores analistas? ¿Hace cuánto que no pisan un teatro, un cine o una librería? La cultura es cosa de mujeres y homosexuales. Es la vía de escape que tenemos ante el papelón que nos toca vivir. Quizás ya va tocando dejar de ver a estas macroartistas como una anomalía del sistema y empezar a verlas como lo que son, la consecuencia lógica de la economía cultural globalizada que hace que al final todas escuchemos lo mismo.

Desde tiempos de los Beatles cada vez que hay un concierto lleno de fans nos muestran imágenes de chicas enloquecidas con sus ídolos, así como en plan condescendiente, como de mira estas locas qué vergüenza ajena, qué descontrol, qué pintas, como si lo de ellas fuera un fenómeno inexplicable y lo de los hooligans borrachos con sus bengalas no fuera bochornoso.

Pues mis dieces a estas fans que han hecho viral el uso del pañal. Porque lo verdaderamente remarcable de esta ola de conciertos ha sido la preocupación que llevaban todas por estar bien hidratadas y qué iban a hacer para no perder ni una canción de la experiencia en la que han gastado todos sus ahorros. Ni cortas ni perezosas han salido de ese armario y no solo han compartido sus trucos pañaleros en TikTok, sino que se han dedicado a decorarlos. Hay que ser relimpia y respetuosa para llegar a tal extremo. Se acabó hacer pis en el vaso vacío de cerveza que hemos visto hacer en conciertos de The Cure, aquí ante todo cuidar a la que tienes al lado.

¿Conocen a un forofo del fútbol de los que siguen a su equipo por toda Europa? Seguro que sí. ¿Alguna vez le han escuchado preocupación por la gestión de su pis? No. Pues lo habrá hecho en el portal de ese vecino del Bernabéu que ahora sale a quejarse de los conciertos, pero que no dice ni mú de la Champions. Vivir para ver, a Taylor.