Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


La economía, fantásticamente bien

21/06/2024

No es broma: en Madrid ofrecen un sillón para dormir en un piso, al módico precio de 300 euros mensuales. Sin derecha a nada, cocina ni baño. Solo a dormir.

A Pedro Sánchez le cambia la cara cuando habla de lo fantásticamente bien que marcha la economía en España, con un crecimiento muy superior a la media europea, importante creación de empleo y un número excepcional de altas en la seguridad social. Sin embargo… Sin embargo tendría motivos de satisfacción el presidente de gobierno si esos números, que son reales, se correspondieran con la economía de los sufridos ciudadanos españoles.

La economía macro va muy bien según los índices de las instituciones españolas y europeas más rigurosas. Pero la economía que importa, que es la que afecta directamente los ciudadanos, sobre todo a las clases medias. Los más desfavorecidos afortunadamente cuentan con ayudas, aunque nunca suficientes, pero la clase media es la que sufre más intensamente esa situación supuestamente idílica que el gobierno vende muy bien pero no se corresponde con la realidad. De hecho, días atrás se ha difundido que los españoles son los ciudadanos europeos con mayor riesgo de pobreza.

Las cuentas del gobierno se miden en miles de millones de euros, las últimas son las relacionadas con la deuda catalana. Miles de millones, como si fuéramos un país rockefeller. Ese dinero con el que el presidente compra a los independentistas su continuidad no lo paga Sánchez, sino todos los españoles. Más. España va magníficamente según Moncloa y los ministerios de Economía y Trabajo, pero la mayor parte del empleo es precario. Con salarios que hacen imposible planificar una vida familiar, y los precios de la vivienda imposibles de asumir tanto en compra como en alquiler.

En tiempos pasados tener casa propia no era excepcional, como lo es ahora, y a pesar de la supuesta bonanza es habitual que los hijos no abandonen el hogar familiar hasta bien pasada la treintena. O más. Infinidad de jóvenes y no tan jóvenes se marchan a países que ofrecen más oportunidades, salarios acordes con su formación y su capacidad de trabajo, y que les garanticen cubrir las necesidades mínimas. Así como perspectivas de mejora a medida que transcurra el tiempo. Como ha ocurrido siempre.

Se dirá que los restaurantes están llenos, no hay entradas para los mejores espectáculos y que la prueba de que hay trabajo es que no se encuentran camareros o jornaleros para el campo. Es cierto. Pero los restaurantes y espectáculos los llenan siempre las mismas personas, ya asentadas profesionalmente; y si no hay camareros ni jornaleros es porque los horarios no tienen límite, los salarios son cortos y, con frecuencia, solo les ofrecen temporalidad.

Sánchez pisa poco la calle, apenas cambia palabra con personas ajenas a su círculo político y familiar. No pregunta ni responde, lee y escucha lo que le interesa, no conoce la España real. Por eso presume de una arcadia que no existe.

Sería más respetado si no fantaseara con la situación idílica del país que gobierna.