Mientras escribo estas líneas, leo que la última víctima de atropello en Burgos, un hombre de 71 años que acudía a una consulta al Hospital Universitario, golpeado por un coche en el paso de cebra de la rotonda inmediatamente anterior al centro médico, y que desde entonces se encontraba en estado crítico ha, finalmente, fallecido debido al impacto. Poco antes, falleció igualmente otro hombre, de 45 años, tras ser atropellado, 'de rebote', al ser alcanzado por detrás por otro coche el vehículo que sí había parado para cederle el paso. Y antes que esto, mejor no pensarlo.
Hace unos días, se declaró desde el Ayuntamiento que, junto a Tráfico, Fomento y la Policía Local, el tema de los atropellos iba a ser declarado 'asunto de ciudad', y que se iban a poner todos los medios necesarios para atajar esta sangría que, semana a semana, parece que se va convirtiendo en una negra tradición local. Personas atropelladas por vehículos en pasos de cebra, en una ciudad con unos límites de velocidad lo suficientemente restrictivos como para, en principio, creer que iban a hacer que este tipo de accidentes fuesen a descender en número y en gravedad. Pero se ve que no.
Entre las soluciones más demandadas por todos se encuentran la instalación de pasos de cebra en altura, los resaltos y badenes que hagan que un conductor deba reducir su marcha y no se lleve por delante la vida de nadie que, confiadamente, utilice las zonas habilitadas para el cruce para ir de una acera a la otra. Semáforos inteligentes, radares, controles, todo tipo de sistemas que salvaguarden la vida de los peatones.
Como conductor, tan solo puedo pedir, rogar si quieren, un poco más de civismo a todos los que nos ponemos al volante o manillar de cualquier vehículo de los que ruedan por nuestra ciudad. Más paciencia, menos excesos, más educación, más responsabilidad.
Como peatón, insistir en la prudencia. En no cruzar cuando no toca o por donde no se debe. A no apurar creyendo que 'nos da tiempo'. A mirar cuando cruzamos, absortos en nuestros pensamientos, en nuestras vidas, en nuestras pantallas.
No sé si es asunto de ciudad, como se ha dicho, pero estoy bastante seguro de que es asunto de todos el volver a casa cada día.
@VladimirConV