Gregorio González (Mirbind)

Plaza Mayor

Gregorio González (Mirbind)


Sociópatas

03/03/2025

La semana pasada, mientras paseaba por la Plaza España, un desconocido se quejaba de las pintadas que ensuciaban los arcos, al tanto que su perro hacía sus necesidades a los pies de uno de los grafitis. Al pasar a su lado le advertí con señas del antihigiénico charco amarillo que había regalado a la ciudad. Y él, en vez de asumir el error y limpiarlo, o de pedir disculpas, o de callarse, lo tomó como una ofensa, aumentó su cólera anterior y me empezó a decir de todo menos guapo. En ese momento, en mi mente apareció la palabra 'sociópata', así que pasé de él y seguí adelante.

La RAE define la sociopatía como un trastorno de la personalidad caracterizado por comportamientos antisociales. Esas pintadas que abundan en Burgos, o esas meadas caninas a las puertas de los establecimientos de la calle San Juan, o de Grandmontagne, o de tu propio portal, son claros ejemplos de ir contra la sociedad.

Otro ejemplo, no menos importante, me traslada a las arquetas que pisamos. En muchos de los casos, las arquetas ofrecen una continuidad visual atendiendo al patrón del pavimento. Vamos, que están integradas con el dibujo del suelo. El problema es que esta continuidad se suele romper cuando llega el operario de turno que tiene que realizar una actuación que le obliga a levantarla. Entiendo que puede parecer algo trivial, pero ¿por qué, al finalizar ese trabajo, no vuelve a emplazarla respetando el trabajo de quien en su día se involucró en mantener el patrón?

Sociopatía es tirar el chicle al suelo. Burgos está lleno de pegotes negros que ya hemos normalizado. Sociopatía es pasar con la furgoneta de reparto golpeando los letreros de los comercios haciendo caso omiso del destrozo. Sociopatía es tirar al suelo esa colilla, envoltorio o las cáscaras de pipas.
El antídoto es la empatía, pero por desgracia es algo que escasea. Y la cura, que no es otra cosa que la advertencia in situ, es un deporte de alto riesgo.