Aurelio Medel

Hecho a mano

Aurelio Medel


Colegio internacional

29/06/2024

En el catálogo de demandas de infraestructuras que los burgaleses hacen para su ciudad, el empresariado local reclama la necesidad de un colegio internacional, un centro perteneciente a las redes oficiales, como el British Council, el Lycée Français o el Deutsche Schul. No se trata de una escuela bilingüe, sino de un centro que de acceso a una educación reglada en otro país, con métodos e itinerarios formativos que permiten seguir la docencia en diferentes países del mundo.

A priori, puede sonar a demanda elitista, fuera de lugar, una necesidad irrelevante comparada con tantas otras carencias que tienen la ciudad y su provincia. Pero lo primero que hay que entender es que no se trata de una demanda que tenga que proveer el Estado o la Junta de Castilla y León y, por tanto, pagar los contribuyentes, sino que sería un centro propiciado y gestionado por la iniciativa privada.

Pero, ¿por qué hace falta un centro así en Burgos? La respuesta está en los departamentos de recursos humanos de las multinacionales que se han instalado en la ciudad y provincia y en las compañías burgalesas que se han internacionalizado. Cuando L'Oreal o Antolín quieren incorporar a directivos extranjeros a sus equipos en Burgos, el frío invierno no es el problema. Sin embargo, sí lo es la ausencia de estos colegios que permitirían a sus hijos seguir una formación perfectamente homologable y convalidable con la que reciben en su país y que retomará cuando vuelvan a su patria o allí donde continúe su carrera internacional.

Además, estos colegios atraerían también a hijos de burgaleses que, aunque ellos no estén expuestos a estas carreras internacionales, quieren que sus retoños tengan acceso a una formación bilingüe y al conocimiento de otras culturas, en la convicción de que les abrirá unas perspectivas mucho más amplias. De hecho, el alumnado de estos centros suele ser mayoritariamente prole española. 

Burgos cuenta con multinacionales y familias de altas rentas, gracias en buena medida a esas industrias, que hacen que seguramente ya sume masa crítica para abrir un centro educativo así. Valladolid, por ejemplo, ya dispone del colegio oficial inglés y del francés y Bilbao, hasta del alemán. Esta podría ser una iniciativa a promover por las asociaciones empresariales de Burgos, que aumentaría el atractivo de la ciudad y la situaría en otro nivel.