Inés Praga

Esta boca es mía

Inés Praga


Vivir para ver

14/07/2024

Anda el personal inquieto con el futuro que nos deparará la Inteligencia Artificial (IA). Yo no tengo ninguna gana de morirme, pero me alivia pensar que ya no estaré aquí cuando los algoritmos decidan hasta lo que tenemos que comer, y encima nos lo sirva un robot. En cambio ahora, que solo (des)gobierna la inteligencia humana, casi todo es impredecible y no ganamos para sorpresas; basta con leer los titulares del periódico para ver que la vida es muy superior a la ficción, algo que siempre afirmé en mis clases de literatura. 

Qué pronto se ha olvidado, por ejemplo, la carta de amor de Pedro Sánchez y sus cinco días de retiro con el corazón partío. Nunca la política estuvo tan cerca del bolero o del tango, según se mire, pero aún hay tiempo para un buen libro, Un presidente enamorado, que arrasaría en los best sellers. Y no digamos si le ofrecieran protagonizar una serie, con lo cachas y molón que es Pedrito.

Se equivocan Uds si piensan que esto solo pasa en Madrid, porque Burgos ha dado al mundo unos personajes dignos del mejor autor. ¿Qué me dicen, por ejemplo, de Pompeyo González, el jubilado mirandés que fabricaba y enviaba cartas bomba por sus convicciones prorrusas? Ni John le Carré, el gran maestro del espionaje, hubiera urdido un relato así. Y qué decir del folletín de las Clarisas, donde la excomunión se mezcla con la cocina fusión y los negocios inmobiliarios entre sábanas de seda y terciopelos. Ni Miguel Delibes y Umberto Eco- que tanto sabían de herejes y conventos- hubieran imaginado esta historia que nos tiene a todos en vilo. 

Vivir para ver, queridos lectores. Hoy impera la juventud y poca gente encuentra empleo por encima de los 50 pero en Estados Unidos, el país más poderoso de la tierra, compiten por la presidencia dos abuelos. Aquí si Biden fuera en autobús mucha gente le cedería el asiento, y sin embargo sus compañeros de partido- los mismos que votan y deciden operaciones militares-no logran quitarle el sillón de candidato a las elecciones. 
Es tiempo de verano y la vida parece multiplicarse en fiestas, conciertos, y terrazas. Y es tiempo también para abrir bien los ojos y disfrutar de las andanzas que nos brinda el ser humano, ahora que todavía se rige por la ¿ inteligencia? natural. Observe, escuche y sonría, que es fácil y gratis. 

La columna y yo volvemos en septiembre.